Año CXXXIV
 Nº 49.288
Rosario,
viernes  02 de
noviembre de 2001
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Nicaragua frente a una reñida elección
Las encuestas vaticinan un empate técnico entre el sandinista Daniel Ortega y el liberal Enrique Bolaños

Managua. - El oficialista Enrique Bolaños y el sandinista Daniel Ortega llegaron a la recta final preelectoral en un empate técnico que dificulta predecir quien será el ganador de las que se perfilan como las elecciones presidenciales más cerradas de la última década. Las calles de la capital amanecieron ayer en silencio. Tres partidos disputarán la contienda: el Liberal Constitucionalista, el Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Conservador. Este último tiene muy pocas chances de triunfar.
La campaña proselitista para las elecciones del domingo cerró el miércoles con sendos mitines de los candidatos en Masaya, al este de la capital y está en vigencia la veda electoral. Los actos de cierre desembocaron en enfrentamiento s y agresiones entre los seguidores de los candidatos. Cifras extraoficiales indican que hubo un muerto y 25 personas lesionadas.
En el mitin de Ortega surgió a sus espaldas una bandera de EEUU. Bolaños lo acusó de "hipócrita". Políticos estadounidenses en Managua han apoyado abiertamente a Bolaños y han expresado sus reservas sobre un nuevo gobierno de Ortega y los sandinistas. El desgreñado guerrillero que ingresó triunfante a Managua en 1979 en uniforme verde olivo, una hoz y un martillo en el bolsillo, se presenta ahora de camisa rosada y crucifijo en el pecho. Ortega Saavedra, de 56 años, es el guerrillero sandinista y ex presidente, que gobernó Nicaragua toda una década y por tercera vez intentará retomar el poder mediante el voto en las elecciones. Aunque para muchos era "un cohete quemado" luego de dos derrotas en los procesos de 1990 y 1996, Ortega se siente cerca de la presidencia. "La vida me ha enseñado que los nicaragüenses no debemos seguir amenazándonos", dijo Ortega, mientras presentaba a antiguos adversarios que lo apoyaron en su campaña.
A pocos kilómetros de él, y como si estuviera escuchándolo, Bolaños afirmó que Ortega "nos quiere entrampar con una carnada de amor y paz para meternos en una ratonera ficticia". Bolaños, un ingeniero industrial de 73 años, espera concretar un antiguo sueño: vencer a su viejo rival. Estuvo a punto de ser el candidato en 1990 de una coalición política diseñada para derrotar a Ortega, pero se afirma que su tenaz e indoblegable antisandinismo era peligroso para la reconciliación nacional que se buscaba. Veintiún años después, la historia coloca a Bolaños frente a frente a su viejo rival y en términos beisbolero ha ofrecido "poncharlo", propinándole su tercera derrota electoral.
La disputa está reñida y la población polarizada: un voto podría ser el crucial debido a que las leyes electorales establecen el triunfo por mayoría simple, siempre y cuando el ganador obtenga más del 40%. La más reciente encuesta divulgada el miércoles por la firma CID-Gallup le dio a Bolaños el 48% de las intenciones de voto y a Ortega 46,7%.

"Amistades peligrosas"
Ni los señalamientos de corrupción contra Bolaños, ni el recordar las "amistades peligrosas" de los sandinistas tras los atentados en EEUU hicieron mella. El empate técnico en las encuestas viene desde hace unos dos meses.
Tanto Ortega como Bolaños denunciaron la presunta existencia de planes para alterar el resultado de las elecciones y la puesta en marcha de hechos de violencia para crear el caos y la confusión por parte de quien pudiera ir perdiendo la elección. Sin embargo el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Santiago Murray, consideró como "muy poco probable" un fraude en las elecciones, ya que cerca de 500 observadores internacionales de la OEA, el Centro Carter y la Unión Europea, entre otros, vigilarán las elecciones.
El cardenal Miguel Obando y Bravo ofició ayer una misa para pedir el desarrollo tranquilo de los comicios. Unos 500 observadores internacionales están dispersados por diversas regiones del país, mientras 15.000 efectivos militares y policiales vigilarán los centros de votación y las grandes ciudades.
Hasta 2,4 millones de nicaragüenses podrían acudir a las urnas para elegir presidente, vicepresidente, 90 diputados para la Asamblea Nacional y 20 para el Parlamento Centroamericano. Nicaragua, es el país más grande de Centroamérica y el tercero más pobre de América latina. (AP y Télam)



Bolaños intentará vencer a su viejo rival, Ortega.
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