La fiscalía dijo ayer, en la primera jornada del juicio oral por el crimen del cantante cuartetero Rodrigo Bueno y el actor Fernando Olmedo, que hubo intencionalidad de daño en el accidente vial que causó la muerte del "Potro", y agravó así los cargos contra el empresario Alfredo Pesquera, único acusado por el doble homicidio que se negó a declarar ante el estrado.
La fiscal María Cristina Díaz pidió al Tribunal Oral Nº2 de Quilmes que califique el caso como "doble homicidio con dolo eventual en dos casos, en concurso por lesiones", delito que prevé penas de entre 8 y 25 años. Díaz consideró que no se trató de un hecho culposo, es decir sin intención de daño.
Además, Beatriz Olave, madre del cantante cordobés, declaró como testigo y habló sin vueltas sobre la posibilidad de una "trampa" del sello discográfico Magenta. Dijo que "Rodrigo se sentía muy solo" pese a que atravesaba un óptimo momento de su carrera, se había presentado a sala llena en el Luna Park una decena de veces y no dejaba de acumular fama y dinero.
La madrugada del 24 de junio de 2000
"La información que recibí es que a Rodrigo lo encerró una camioneta cuando venía de hacer su show" en la disco Escándalo de City Bell, arrancó Olave al memorar la madrugada del 24 de junio de 2000, cuando el bailantero murió en un accidente vial mientras circulaba en su Ford Explorer roja por la autopista La Plata-Buenos Aires. Iba con su banda, su ex novia Marcela Pacheco y el hijo de ambos, Ramiro, a quien el cantante -de 27 años- presentaba en sus shows pero nunca llegó a reconocer legalmente.
Olave, de furioso vestido turquesa y con las botas de su hijo fallecido en una bolsa, prosiguió: "En un segundo dato me dijeron que el accidente fue una trampa tendida por gente de Magenta, los señores Kiroski (sic). Me lo dijo en dos oportunidades (el entonces representante de Rodrigo) José Luis Gozalo".
En otro tramo de la exposición, Olave memoró que "en un momento de crisis nerviosa, como pidiendo ayuda, llegó al hotel Atlantis la señorita Pacheco, gritando que su mamá tenía una persona conocida, creo que un gendarme retirado, la cual entre ella (el gendarme) y José Luis Gozalo habían mandado a matar a Rodrigo sin importarle la persona de ella ni el nieto". Según Olave, Pacheco preservó esa información "porque tenía mucho miedo y temía que nos pasara algo a nosotros".
Por su parte, Fernando Burlado, defensor de Pesquera, se opuso a la medida, sobre la cual deberán expedirse los jueces Ariel González Elicabe, Delia Allaza de Iturburu y Rubén Darío Sánchez.
También declaró Patricia Pacheco, quien viajaba con Rodrigo y sufrió heridas leves cuando el vehículo, se presume, fue embestido por la camioneta de Pesquera. La joven contó que una camioneta blanca se puso delante de la 4x4, antes del accidente, y deslizó que ese vehículo habría realizado maniobras que obstaculizaban su circulación. Pero respondió a varias preguntas con un "no me acuerdo", se mostró nerviosa y guardó un largo silencio cuando se le preguntó si Rodrigo pudo haber sido asesinado.
"Maniobras provocadoras"
A su turno el productor artístico Jorge Pablo Moreno, quien viajaba en el asiento trasero de la 4x4 de Rodrigo, sostuvo que una camioneta blanca efectuó varias "maniobras provocadoras" que finalmente desembocaron en el accidente. Moreno describió cómo, en dos ocasiones, la Chevrolet Blazer los "encerró" y dijo que apareció "como un rayo", provocando fuerte tensión en el cantante, que conducía, y en sus acompañantes. Juró que "no hubo discusión" dentro del vehículo que manejaba el Potro, como indican algunas hipótesis. (Télam)
La Ciudad
