Los gobernadores peronistas coincidieron ayer en sostener una posición común de dureza con la administración central por el cumplimiento del pacto fiscal, pero mostraron importantes diferencias entre "chicos" y "grandes" por la discusión de quién debe ocupar la presidencia del Senado.
Los once mandatarios de las provincias chicas que componen el Frente Federal acordaron ayer al mediodía en la casa de la provincia de Salta concurrir al encuentro de los tres grandes, Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann, en el CFI, tratando de apostar fuerte contra el gobierno y en favor de la designación del misionero Ramón Puerta para conducir la Cámara alta.
Sin embargo, cuando estuvieron todos juntos, además de varios legisladores peronistas como los presidentes de ambos bloques, José Luis Gioja y Humberto Roggero, se resolvió aquietar las aguas internas y demostrar en conjunto una única posición con relación a la actitud a tener con el gobierno de Fernando de la Rúa.
Los mandatarios del Frente Federal comentaron su intención de que un dirigente peronista de ese sector, el senador electo Puerta, sea quien ocupe la presidencia del Senado a partir del 10 de diciembre.
Después de exponer la importancia que tendría para el gobierno contar con Puerta en el primer lugar de la línea sucesoria y de procurar "consensuar" el nombre del futuro presidente de la Cámara de Diputados, sin imposiciones desde Buenos Aires, los frentistas también manejaron la hipótesis de organizar una movilización a Plaza de Mayo y el extremo de iniciar juicio político a funcionarios nacionales en caso de no cumplirse con los compromisos económicos.
Pero todas esas cuestiones se diluyeron cuando se encontraron con Ruckauf, De la Sota y Reutemann, a punto tal que esos temas quedaron casi desdibujados, a la hora de definiciones, debido a que centraron sus decisiones en reclamar al gobierno "una propuesta" para que se cumpla con los 1.364 millones mensuales.
También se acordó una reunión general con sus pares de la Alianza para hoy, a las 11, en el CFI.
Serenidad
En consecuencia, se impuso "la serenidad" de los grandes para que "se resuelvan ahora los problemas urgentes que son económicos y sociales" por las dificultades reinantes en el país y se deje para más adelante la discusión "sobre cargos políticos" como el de la presidencia del Senado, porque para eso "hay tiempo" ya que recién en diciembre asumirán los nuevos legisladores.
Esa fue la postura que manifestó Ruckauf al retirarse del encuentro.
Los gobernadores convinieron también en impulsar la semana próxima en el Congreso la idea de que se conviertan en copartipables los ingresos por transferencias bancarias y se apure la "intangibilidad de los fondos coparticipables".
A todo esto, el jefe del justicialismo bonaerense y senador nacional electo, Eduardo Duhalde, llamó al peronismo a "despertar al país" y "poner al tope las banderas históricas de la independencia y la justicia social", a la vez que reiteró su convicción de que el gobierno debe modificar su plan.
La Ciudad
