Año CXXXIV
 Nº 49.272
Rosario,
miércoles  17 de
octubre de 2001
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Editorial
El futuro del país

Tras los comicios del domingo, cuando el llamado "voto bronca" fue la vedete de la jornada, los argentinos debemos reflexionar seriamente sobre el futuro de la Nación. Los alcances de esta nueva forma de expresión política -analizada ayer en esta misma columna editorial- inauguran un horizonte distinto a la hora de la toma de decisiones por parte de los gobernantes.
La democracia se mejora con más democracia, con más participación de la gente y con una mejor distribución del ingreso que permita que la riqueza del país -aún intacta pese a la depresión económica- llegue a todos los argentinos y no sólo a algunos sectores. La economía argentina depende fundamentalmente del mercado interno que, si no logra reactivarse, continuará su camino de inexorable achicamiento.
Por eso, los dirigentes políticos deben leer -y no sólo decir que lo hacen- el resultado de las urnas, vinculado al hastío de la gente por la política, pero también enmarcado en una sensación anímica depresiva general. La política es la única manera de conducir a las sociedades civilizadas y democráticas. La cuestión es perfeccionarla para que a través de ella se canalicen los deseos y objetivos de la gente. Lo otro, son las dictaduras militares, teocráticas, ideológicas que ya las hemos padecido en la Argentina y que, lamentablemente, aún oprimen a millones de personas en el mundo.
Este país tiene una potencialidad futura ilimitada. No sufre de odios raciales entre su heterogénea población, está distante del conflicto internacional que hoy sacude al planeta y se autoabastece de petróleo y alimentos. Y aún más: posee profesionales de primer nivel internacional en todas las disciplinas científicas.
El dato histórico, que suele pasarse por alto, de la continuidad democrática ininterrumpida desde 1983 no es menor y tal vez no se lo valora en su justa medida. La sociedad argentina de la década del 80' no toleraba más a los gobiernos dictatoriales. Hoy, en plena democracia, el desafío es luchar contra la pobreza y hacer que el país despegue definitivamente.


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