Año CXXXIV
 Nº 49.272
Rosario,
miércoles  17 de
octubre de 2001
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La importancia de la autonomía

Desde pequeños, los gemelos están conscientes de su parecido físico, pero también saben que son personas distintas. Por ello, es fundamental transmitirles, con palabras y actitudes, la importancia de la autonomía.
No es recomendable vestirlos de la misma manera o colocarlos en el mismo curso en la escuela. Es más sano incentivar sus gustos y particularidades personales, porque a muchos les molesta esta tendencia a homologarlos. Además, ésta siempre da paso a desagradables comparaciones.
"Aunque es bueno que los hermanos sientan admiración e imiten ciertos comportamientos entre ellos, también es sano inculcarles su individualidad", explica María Ester Marinovic, psicóloga infantojuvenil de la Universidad Central de Chile.
La adolescencia es una etapa crucial, según cuenta Cecilia Williamson, psicóloga infantojuvenil de la Pontificia Universidad Católica de Chile: "En esta etapa empiezan a formar su identidad, por lo cual es bueno que tengan sus propios amigos, una vida autónoma. En esta fase comienzan a mostrarse como personas independientes".

Nacer en compañía
Desde otra perspectiva, la simbiosis que se produce entre los gemelos es un punto a favor, porque muy rara vez tendrán sentimientos de soledad respecto de la compañía de otros niños. Además, tienden a ser menos egoístas por haber comenzado a vivir compartiendo todo con otro ser humano.
Por ello, si esta fuerte unión entre ellos se aprovecha positivamente, la noción de compartir trasciende a los dos para volcarse hacia los demás. "Como estructura psicológica, su mayor interdependencia puede ser una ventaja, en cuanto a tener siempre alguien en quien apoyarse o con quien pelear", señala.
No obstante, es preciso evitar que este vínculo demasiado fuerte se vuelva negativo. Todo dependerá de si los padres fomentan o no la identidad propia de los niños o de si se preocupan por hacerlos vivir experiencias independientes a medida que van creciendo. De lo contrario, el desarrollo de los gemelos podría limitarse.
¿Qué ocurre con el hermano mayor de un par de gemelos? La llegada de uno o más nuevos integrantes a la familia no es de por sí traumática para el niño. "Mientras haya amor y límites claros, los problemas serán pocos. Si al pequeño no se le ha sabido decir que no, si desconoce el sentimiento de frustración, los conflictos podrían ser serios", dice Marinovic. El niño puede tener regresiones -como orinarse, hablar como bebé y otras- e intentará llamar la atención de la madre cuando se ocupa de los recién nacidos. Es cierto que los celos son una respuesta normal, sobre todo cuando existe una diferencia de edad considerable con los gemelos.
Para evitar reacciones exageradas, los padres deben resguardar su espacio, seguir dedicándole tiempo, sacarlo más del ambiente a distintos lugares, hacerlo sentir integrado y útil en este nuevo escenario.
Gabriela Arditi


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