El empresario Jaime Yankelevich ya había escrito su nombre para la posteridad cuando se sumó a la primera experiencia radial argentina. Considerado un pionero cuentan que el mismo General Perón le encargó que estudie la viabilidad de que el país tenga su propia televisión. En julio de 1951, el vapor Río Jáchal arribó al puerto de Buenos Aires proveniente de Estados Unidos con un cargamento muy especial: un transmisor de 42 kilovatios, once cámaras, los materiales para una antena de 50 metros de altura, entre cables, válvulas y orthicones. Cuando la hora marcó las 14 del 17 de octubre de ese mismo año, frente a los primeros televisores marca Raytheon, Capheart y Dumont ubicados en el centro de Buenos Aires, se empezaron a agolpar los curiosos para ver la señal de LR3 Canal 7. La historia que vino después es parte de la vida de todos y cada uno de los argentinos. Un espacio de expresión cultural que repasa hoy el Canal Volver, por cable, con una maratón de 32 horas de los mejores programas y las inolvidables estrellas de la televisión argentina.
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