Año CXXXIV
 Nº 49.271
Rosario,
martes  16 de
octubre de 2001
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La vida después de Napster: Ritmos digitales
Alianzas estratégicas entre portales y discográficas, nuevos métodos de compresión digital y propuestas de vanguardia son algunas de las novedades que afectan, de manera prometedora, al universo de la música online. Conózcalas en este informe

Creado por Sean Fanning, estudiante universitario de 19 años, Napster representa uno de los servicios de Internet más populares y polémicos en la actualidad. Su sistema de flujo de información, denominado peer to peer (p2p), permitió durante largo tiempo el libre intercambio de archivos MP3 y creó una de las comunidades de internautas más importantes, con millones de miembros activos. Pero, con la excusa de proteger los derechos de autor, la Recording Industry Association of America (RIAA) lo llevó a un juicio millonario e interminable (a la protesta se sumó Lars Ulrich, vocero y baterista del conocido grupo heavy Metallica).
A continuación, este suplemento le cuenta cómo el mercado de la música online enfrentó este conflicto y de qué manera prepara su futuro.

El futuro
El aún vigente conflicto legal entre la RIAA, las discográficas, los artistas y Napster provocó un cambio estructural y comercial del invento de Fanning. Independientemente de las cuestiones judiciales, el intercambio ilegal cesó, ya que, dadas las circunstancias, los usuarios optaron por sistemas alternativos como Gnutella.
Por otra parte, la compra de Napster por parte de la discográfica Bertelsmann fue el puntapié inicial para empezar a desarrollar un sistema de distribución de música digital legal y controlable. Por lo tanto, sólo resta esperar el lanzamiento de un servicio pago, al que probablemente muy pocos se adhieran.

Gnutella: ¿el heredero?
Justin Frankel y Tom Pepper, genios informáticos creadores de Winamp, decidieron desarrollar un sistema de intercambio de archivos p2p, alternativo frente a Napster. Lo llamaron Gnutella y lo instalaron en un sitio web clandestino alojado en servidores de AOL. Cuando los directivos de la empresa se enteraron de la maniobra, lo clausuraron y dieron por finalizado dicho proyecto. Pero, para ese entonces, miles de fieles usuarios ya habían descargado el software y fundado una imparable comunidad pro Gnutella.
El producto de Frankel y Pepper supera a Napster en todos los sentidos. En lugar de operar con un servidor central para alojar datos, crea una estructura de árbol, donde cada host funciona como un servidor, y viceversa. Se solucionan así dos problemas: por un lado, la congestión o cuello de botella que el uso de un servidor central implica, y, por el otro, el conflicto legal (ya que no hay un responsable del sistema de intercambio).
Por su parte, miles de programadores desarrollaron sus propios programas utilizando como base el protocolo de Gnutella. A estos programas se los denomina "clones" de Gnutella. Los dos más populares son Lime Wire y Bear Share, ambos gratuitos.

Lo que se viene:
El 9 de enero de este año los medios difundieron una noticia alentadora... Coding Technologies, empresa con filiales en Suecia y Alemania, y un grupo de trabajo desprendido del Fraunhofer Institute for Integrated Circuits crearon un nuevo algoritmo de codificación de audio que superaba al MP3 conservando todas sus cualidades positivas. A este grupo de investigación se le sumó la experiencia de Thompson Multimedia (conocida por sus productos RCA), líder en el desarrollo de soluciones digitales y tecnologías aplicadas.
El nuevo codec, denominado MP3pro, proporciona un rendimiento de 128 kbps utilizando una bit ratio de tan sólo 64 kbps. De esta manera, duplica la capacidad de almacenamiento de su antecesor con una calidad de sonido superior.
Asimismo, con ese formato, las estaciones de radio que trasmiten en vivo vía Internet podrán ofrecer audio con calidad de CD, además de disminuir el uso del ancho de banda de los servidores y, por ende, los costos.
MP3pro permitirá duplicar la capacidad de almacenamiento de las tarjetas de memoria flash a la hora de almacenar música digital. De todos modos, seguirá siendo compatible con los players y reproductores portátiles actuales (aunque, para disfrutar de las ventajas competitivas del nuevo formato, habrá que contar con dispositivos nuevos que incorporen decodificadores especiales).
El nuevo codec será implementado primero en los entornos Windows 98 y Windows Me, y luego en los sistemas Mac y Linux. Es decir que los usuarios podrán acceder a él utilizando los medios tradicionales.

Banda ancha: el futuro
La banda ancha, sistema a través del cual la información fluye a velocidades astronómicas, es la vía para una verdadera revolución digital que también afectará a la industria de la música. Si actualmente cientos de conflictos legales impiden el libre flujo de la música digitalizada, imagine qué pasará cuando la distribución del material musical sea casi instantánea.
Para evitar mayores problemas, se intenta desarrollar sistemas de protección que impidan la duplicación y redistribución de música en cualquier formato.
Hoy ya existen los primeros modelos de sistemas peer to peer pagos, futura base para los Napster del futuro. En ellos, los archivos disponibles serán cien por cien legales y las compañías discográficas recibirán hasta el último centavo que les corresponda. Nadie querrá permanecer fuera del negocio.
Actualmente, las principales empresas tecnológicas están abocadas a la creación de nuevos equipos musicales que puedan conectarse a una red privada. Así, el usuario no tendrá que comprar música en ningún formato físico y, utilizando el control remoto de su equipo, podrá optar por canciones de artistas de todo el mundo. Con sólo pulsar un botón, el tema elegido será descargado al equipo y se debitará, de la cuenta del usuario, un monto poco significativo. l



Sean Fanning, conocido en la red como Napster.
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