El ministro de Economía, Domingo Cavallo, y su equipo económico, le dieron las últimas puntadas al programa de medidas económicas que anunciarían mañana. En ese marco, ayer comenzó a circular con fuerza el rumor de que Cavallo adoptaría algunas de las políticas más duras que su antecesor, Ricardo López Murphy, no pudo llevar a cabo, como un fuerte ajuste en la plantilla de personal del Estado, y un recorte al presupuesto universitario.
El nuevo programa comprende la emisión de las Letras de Coparticipación (Lecop), que a partir de la semana que viene ya empezarán a reemplazar a los patacones en la provincia de Buenos Aires. También se anunciará la emisión de una tarjeta de débito por un monto que rondaría los 150 pesos mensuales para las familias más necesitadas.
Asimismo, un grupo de economistas de distintas vertientes analizaron ayer las diferentes posibilidades de encontrarle una salida a la depresión económica, aunque con diagnósticos y recetas disímiles. No obstante, los expertos coincidieron en que es necesario reestructurar la deuda pública, para aliviar intereses y plazos, y mejorar la relación entre la Nación y las provincias, que entró en zona roja tras la demora del gobierno nacional en ponerse al día con los recursos coparticipables.
¿El último avance gradual?
Al respecto, Jorge Vasconcelos, sostuvo que las medidas "tomadas de a una no dan resultado", y consideró que "es preciso un gran acuerdo entre la Nación y las provincias" para recuperar la confianza externa y reactivar la economía.
"Las recetas gradualistas se han demostrado impotentes para revertir las expectativas", indicó Vasconcelos, quien señaló que "va a hacer falta ver mucha colaboración de la dirigencia política a nivel nacional y provincial, para trabajar en base a un programa común".
En ese sentido, el hombre de la cavallista Fundación Mediterránea estimó que "si se puede ver esa colaboración y ese trabajo en equipo entre el gobierno nacional y los provinciales atacando los problemas centrales de la coyuntura, es posible que eso comience a cambiar las expectativas negativas".
El analista concluyó que "Argentina necesita un fuerte bloque político direccionado a resolver los problemas".
Por su parte, Juan Alemann sostuvo que Cavallo tiene un programa "perfectamente claro" para sacar al país de la recesión y aliviar el peso de la deuda pública, y opinó que el ministro hace bien su tarea.
En cuanto al plan de Cavallo, precisó que la idea del ministro es "construir un fondo fiduciario en Estados Unidos que emita bonos y le preste al gobierno". Al respecto, destacó que "esos préstamos se pueden garantizar sin trasladarlo a los bonos", y consideró que "con esto habría una solución sustentable para la deuda".
Por su lado, Carlos Melconián sostuvo que el paquete de Cavallo "será la última oportunidad para avances gradualistas", y consideró que lo más importante de esa batería de políticas "pasará por ver cómo se alivia el peso de la deuda pública".
A su criterio, las nuevas medidas apuntarían a "dar alguna certidumbre fiscal adicional a los efectos de ver cómo se va a cumplir la regla de déficit cero y cómo va a se aplicará el 2002 en ese sentido".
Enese sentido, Melconián remarcó que "el tema más relevante ser á el alivio que pueda encontrarse en los servicios de la deuda pública", y estimó que "dentro del régimen económico en el cual se mueve el país, es como la última chance de avances gradualistas", aunque aclaró que "esto no significa que no haya una nueva oportunidad con Cavallo y dentro del modelo".
"Cavallo sigue en el Ministerio de Economía a pesar de que no ha tenido los resultados que él y todos los argentinos quieren porque tampoco pensemos que hay 10 candidatos a ir al Ministerio de Economía que tienen clarito qué tienen que hacer en la Argentina y que mañana tienen un programa", indicó Melconián.
La crisis puede ser imparable
Asimismo, Marcelo Lascano sostuvo que dentro del tipo de cambio fijo "no hay soluciones", y advirtió que si el gobierno no renegocia la deuda pública "la crisis es imparable".
El analista consideró que "desgraciadamente dentro de la caja de conversión no hay soluciones, salvo un giro muy importante en términos de fortalecimiento del sector externo para ganar un poco de espacio en materia de finanzas internacionales".
"No veo importancia en crecer exportando", remarcó Lascano, en tanto que señaló que "cada vez hay más estadísticas (que señalan) que la tasa de desarrollo mundial ha venido tironeada por las exportaciones. La Argentina en esto se borró".
También remarcó que "si la Argentina no arregla su deuda, la crisis es imparable", porque señaló que "no se puede destinar la cuarta o quinta parte del presupuesto federal a pagar intereses". (DYN)
La Ciudad
