Mauricio Maronna
"Gran parte de los argentinos será víctima una vez más del porteñismo", pronostica Oscar Lamberto, minutos antes de que se baje el telón de la campaña electoral. En una entrevista con La Capital el candidato a senador justicialista no duda en responsabilizar a la Alianza por el malhumor social que atraviesa a la sociedad, niega haber sido un "levantamanos" del menemismo y deja una puerta abierta a la esperanza: "Estamos mal, pero hay salida". El actual diputado opositor reivindica la gestión reutemista y carga las tintas al sostener que la coalición que conduce el país "es un invento de los medios de comunicación".
-¿Cómo se hace para neutralizar el voto negativo?
-Una gran parte de los argentinos será víctima una vez más del porteñismo. El porteñismo fue el que inventó a la Alianza, el que hizo fracasar a la Alianza y el que ahora quiere hacer fracasar al resto de los argentinos. Es muy malo para el interior del país seguir comprando los enlatados que llegan desde Capital Federal y provincia de Buenos Aires, porque en Santa Fe no pasa lo mismo que en esos lugares. Acá tenemos una provincia que podemos exhibir casi con orgullo: en medio de la crisis se pagan los salarios, funcionan los servicios, hay contención social y, fundamentalmente, está la autoridad que ejerce el gobernador Carlos Reutemann.
-¿La mala onda de la gente está instalada a partir del fracaso de la Alianza o de la inmensa mayoría de la clase política?
-El gobierno de la Alianza es un invento de los medios porteños. En la Argentina hay una disputa por el poder. La pelea está en dilucidar la encrucijada sobre si el poder es de los partidos políticos o de los medios de comunicación. Y como ahora los medios no tienen ningún candidato fogonean el voto en blanco o el voto impugnado. Los medios de la Capital Federal están militando el voto negativo.
-Esa aseveración suena a reduccionismo.
-El problema es que este tipo de construcción de la política por medio de las emociones de la gente y sin arraigo en las estructuras humanas lleva hacia la fuga, que no es una solución para nadie. Cuando no hay soluciones políticas el destino es la anarquía o el autoritarismo, y como no hay nada que avizore el autoritarismo el peligro es la anarquía. De esta situación de crisis, guste o no guste, se sale desde la política, y este es el desafío que tendrá la Argentina el día 15 de octubre: cualquiera sea el resultado de las elecciones no serán los periodistas porteños quienes decidan el futuro del país.
-¿Y quién define el futuro?
-Van a ser los gobernadores, los legisladores, los empresarios y los trabajadores quienes tendrán que sentarse para buscar una salida. Formo parte de un proyecto que tiene que ver con dinamizar a Santa Fe en la Nación.
-Pero ningún senador, individualmente, puede cambiar la historia.
-Pero constituye la defensa irrestricta de los intereses de la provincia. Conozco el tema, y creo que en Diputados trabajé con eficacia. La gente tiene razones para votarme.
-Va a ingresar a un ámbito esperpéntico como el del sospechado Senado nacional.
-El voto directo de la gente le otorga un origen distinto. No se puede condenar eternamente a una institución por su pasado, sería como decir que la Iglesia tiene que seguir pagando culpas por la Inquisición . Hay que abrir las ventanas del Senado, correr las cortinas y dejar que entre aire.
-Hay dos preguntas clave para el día después: si el gobierno llega al 2003 y si el PJ va a adherir a un pacto de gobernabilidad.
-Hay problemas tan graves y urgentes que ni siquiera se puede esperar al 10 de diciembre. Si no actuamos rápidamente el sistema correrá graves riesgos. Más allá de los intereses partidarios hay que pensar en el país.
-¿Por ejemplo?
-La gente que no tiene para comer, que está desempleada o que ve que su empresa está al borde de la quiebra no puede seguir esperando. Los argentinos tenemos que aprovechar las oportunidades que brindan las crisis. Se pueden hacer cosas que en otro momento serían imposibles: redefinir el Mercosur, el nuevo Estado, definir prioridades sobre los gastos. Porque los gastos salen desde un solo lugar, que es el bolsillo de la gente. Hay que cambiar la bomba succionadora que es la ciudad de Buenos Aires, que hoy se lleva 14 mil millones del presupuesto nacional. Hay que dar vuelta la torta y trasladar los ministerios y las reparticiones del Estado al interior.
-Es curioso que el PJ tenga que hacer oposición contra candidatos oficialistas que no defienden a su propio gobierno.
-Es esquizofrénico. Es el único país del mundo en que el partido del gobierno es el opositor más duro. No tiene explicación, no hay antecedentes en la historia. En este discurso esquizofrénico está basada buena parte de la desilusión de la gente. Los candidatos de la Alianza tienen que hacerse cargo de lo que está haciendo el gobierno.
-¿El PJ y la Alianza son corresponsables del desastre?
-La Alianza empeoró todo. En el momento más critico del gobierno de Menem el riesgo país era de 500 puntos, hoy la Argentina está al tope con casi 1.900. Y esto es una cosecha de la Alianza. Alguien se tiene que hacer cargo, ¿O los candidatos que llevan el emblema de la Alianza no tienen nada que ver? El PJ va a ganar en la mayor parte de la Argentina.
| |
La Ciudad
