Un entrenamiento como tantos. Una práctica que sólo contaba con la expectativa de saber si por fin los jugadores cobrarían el sueldo de agosto. El dinero estaba, pero el clima no sugirió en ningún momento alivio ni descompresión. La plata no pudo mitigar el fastidio. Y sobre el final, la visita inesperada. Como si se tratara de aquellos negocios que aún no tienen todos sus papeles en orden y reciben a los inspectores de la Afip. El secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, y su compañero de comisión directiva, Jorge Domínguez, aparecieron en la ciudad deportiva alrededor de las 6 de la tarde acompañados por Gerardo González, el representante del gremio en esta ciudad.
Sorpresa, incertidumbre. Lo cierto es que, como ejercicio de primera lectura, los jugadores de Central hubieran necesitado a sus representantes bastante tiempo antes del día de cobro. Aparecer cuando está la plata es mucho más sencillo. Sobre todo si antes no se mostró ningún atisbo de sostén cuanto menos jurídico.
Una reunión con Líber Vespa, Juan Antonio Pizzi, Ricardo Canals, Pablo Sánchez y Daniel Quinteros y poco para decir después.
Con el apuro de siempre, Marchi sorprendió a todos con su tono confraternizador, muy distante de la actitud combativa que había asumido FAA hace un par de meses cuando dilató el inicio del fútbol superior.
"Fue sólo una reunión informativa", reseñó el representante de los jugadores como si la situación que se vive fuera de absoluta normalidad.
"Estamos viviendo tiempos complicados y el objetivo es que los futbolistas cobren y no sancionar a los clubes. Obviamente que si no pagan la reglamentación está para todos igual, pero la meta es que todo trabajador pueda cobrar", sentenció Marchi.
"Por suerte Central está pagando y tienen tiempo hasta el último día hábil de este mes para pagar septiembre", explicitó el mandamás de FAA antes de seguir haciendo una exposición llamativamente comprensiva de la situación de las instituciones.
"Esperamos que se puedan arreglar todas las situaciones. Estos clubes están inmersos en enormes deudas y la transición es complicada porque requiere de una reconversión que no se puede cristalizar de un día para el otro y menos cuando se trata de problemas estructurales. Suponer que con un paro o cese de actividades podemos solucionar todos los problemas del fútbol es una locura. Vamos avanzando y logrando cosas importantes", dijo Marchi.
La práctica quedó en un segundo plano. Los trabajos con pelota casi dejaron de tener importancia. El kid de la cuestión pasó a ser la sorpresiva visita de Marchi y compañía.
Se sabe que los jugadores de Central se alinearon en el grupo de los duros cuando se resolvió pactar una forma de pago que después trajo sus complicaciones. Seguramente el descontento de los futbolistas para con su gremio llegó a oídos del ex defensor y el viaje relámpago junto a Jorge Domínguez podría estar vinculado con una necesidad de calmar las aguas y dar el presente. Claro que siempre es más sencillo cuando aparece la plata.
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La Ciudad
