Carolina Taffoni
Un autógrafo de Paul McCartney puede costar unos 1.000 dólares y uno de John Lennon quizás 3.000. La beatlemanía comenzó con los años 60 y lejos está de encontrar su fin, y los precios de los objetos de culto de los Beatles así parecen indicarlo. Tanto como la Primera Semana Beatle en Latinoamérica, una megamuestra que se realiza en Buenos Aires y que exhibe 34 videos, exposiciones, colecciones, conferencias, 700 páginas desplegadas de comics y música, con 56 bandas invitadas de siete países. Además de los invitados especiales, como Julia Baird, la hermana de Lennon; Tony Sheridan, el primer músico que les consiguió un contrato; y Dave Jones, el dueño del ya mítico Cavern Club de Liverpool.
Y para dar testimonio del fanatismo que continúan despertando los Cuatro Fantásticos nada mejor que Rodolfo Vázquez, considerado por el Libro Guinness de los Records como el mayor coleccionista de los Beatles del mundo. Dispuesto y de gran tamaño, el hombre, de 44 años, relató a Escenario que empezó a juntar objetos relacionados con la banda cuando tenía 10 y que ya tiene más de seis mil. Además, confesó que hoy encauza su pasión hoy en el bar temático La Caverna, que abrió en 1998.
-¿Cómo surgió la idea de la Primera Semana Beatle en Latinoamérica?
-La Semana Beatle no es igual pero tiene una estrecha relación con la Beatle Week de Liverpool. Tratamos de que la gente de allá nos apoyase para hacer este evento aquí y lo logramos.
-¿Cómo fue que quedaste registrado en el Libro Ginness de los Records como el mayor coleccionista de objetos de los Beatles del mundo?
-El Libro Ginness registró 5.612, pero en verdad tengo unos cuantos más.
-¿Vos te anotaste o ellos te encontraron?
-Yo quise averiguar a través de Guinness si existía un récord sobre coleccionistas-beatle. Ahí ellos empiezan a hacer su propia investigación y me piden información. Tuve que mandar cartas certificadas por escribanos, fotografías de los distintos objetos, filmaciones, carpetas de prensa, un detalle total del catálogo. Después de enviar toda esa documentación, me llegó un e-mail el 21 de septiembre pasado avisandome que se inscribiría en el Libro de Records mi nombre como el mayor coleccionista-beatle del mundo.
-¿Y ahora cuántos objetos tenés?
-Unos seis mil, entre entradas a recitales, programas, celuloides originales de "Submarino amarillo", autógrafos de los Beatles y de cuanto personaje tenga que ver con ellos, figuritas, discos de vinilo, compactos, cassettes, magazines, libros, revistas, fotos, recortes y más de tres mil notas de diarios y revistas nacionales y extranjeras cronológicamente guardados desde 1963...
-¿Cuál es el objeto más preciado que tenés?
-No sé si es el más preciado, pero es lo que uno más quiere... (piensa) Sin duda es la firma de Lennon (apunta a un autógrafo enmarcado clavado en la pared) y unos muñecos. Y los autógrafos en general.
-¿Cómo conseguiste esos autógrafos?
-Los que son de Paul, John, George y Ringo a través de canje con otros coleccionistas o directamente comprarlos. Y los que son de personajes de relacionados a los Beatles a través de contactos propios.
-¿Cuándo empezaste a conformar la colección?
-Hay dos etapas. A los 10 años me hice fanático de los Beatles y comencé a guardar todo lo que encontraba sobre ellos. Recién a partir del 8 de diciembre de 1980 con la muerte de Lennon, empecé a organizar los objetos como colección.
-¿Qué fue lo que más te costó conseguir?
-Fueron algunas figuritas, porque yo tenía colecciones incompletas inglesas o americanas y faltaban algunas, siempre las más difíciles.
-¿Qué es lo más caro que compraste?
-El autógrafo de Lennon que me salió 800 dólares.
-¿Se necesita invertir mucha plata?
-Creo que no pasa por la inversión, en realidad es un laburo, un laburo infernal (risas). Porque tenés que buscar los materiales, ver qué podés canjear. Argentina es un buen mercado para canjear.
-¿Cuándo conociste a los Beatles?
-En 1967 con el disco "Rubber Soul", cuando tenía 10 años. Me lo regalaron para un cumpleaños. Yo ya había escuchado algo pero cuando escuché "In my Life" de Lennon, ahí se me dio vuelta la cabeza. Y a partir de allí me hice fanático de los Beatles.
-¿Tenés todos los discos de los Beatles?
-Absolutamente. Tengo todos los discos de los Beatles en vinilo y en cassette, del grupo y de cada una de sus carreras solistas.
-¿Es difícil entrar en el mundo de los coleccionistas?
-Hay muchísimos coleccionistas. La ventaja que yo tuve sobre otros colegas es que yo coleccioné de todo. Yo conozco tipos que coleccionan solamente discos o libros o recortes de diario. Entonces se hace más difícil y se arman colecciones menos numerosas en cantidad de objetos.
-¿Hay muchos celos o competencia entre los coleccionistas?
-Ni hablemos. Se de mucha gente que con esto del Libro Guinness no se suicidó porque tenía que gastar plata en una bala. (risas) Pero no les gustó mucho.
-¿Se puede vivir de ser un coleccionista como en Estados Unidos, por ejemplo?
-Estoy en eso. Lamentablemente las cosas en este país están muy mal, muy feas. Pero creo que sí, que se puede vivir de esto. En estos momentos estoy hablando con la gente de la Secretaría de Turismo de la Nación porque quiero hacer una gira por todo el país con la colección. Además para poder tener una muestra estable acá en Buenos Aires.
-¿Pero específicamente se puede vivir de la compra y venta de objetos?
-No, porque yo no vendería nada de lo que tengo.
-Porque hay gente que hace negocios con objetos de colección...
-Pero yo no soy un coleccionista, soy un enfermo de los Beatles (risas). No me desprendería de nada que no tuviera repetido. Y si consiguiera algo que no tengo no lo vendería.
-¿Qué te faltaría para completar tu colección?
-Conocer personalmente a alguno de los Beatles. Quisiera tener una cena tranquila o quedarme una noche charlando con cualquiera de ellos.
| |
La Ciudad
