Los precios de las acciones en Wall Street cayeron en picada ayer provocando el tercer desplome en cuatro días, al tiempo que el presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan confirmaba los temores de que los atentados terroristas afectaron en forma significativa la economía.
El promedio industrial Dow Jones descendió bruscamente 382 puntos, lo que significa el 4,3% (8.376 unidades), sumando para la semana una pérdida total de más de 1.200 puntos.
Ayer, el presidente de la Reserva Federal dijo que la economía mundial fue golpeada en el corto plazo pero que las perspectivas a largo plazo son mejores. Al mismo tiempo recomendó al Congreso de su país que actúe lentamente con los paquetes de estímulo económico al señalar que llevará tiempo medir el impacto de los ataques contra la Torres Gemelas y el Pentágono.
El pronunciado ayer fue el primer discurso público de Greenspan luego de los ataques y no dudó en reconocer que los efectos de la catástrofe serán pronunciados. La afirmación provocó que los mercados de Estados Unidos cerraran con una aguda baja, tal como venía sucediendo desde la apertura de las actividades bursátiles el lunes último.
"De hecho, mucha de la actividad económica se paró la semana pasada", señaló Greenspan ante la Comisión Bancaria del Senado y agregó: "Pero los pilares de nuestra sociedad libre continúan sólidos, y tengo confianza en que nos recuperaremos y prosperaremos como lo hemos hecho en el pasado".
Los principales indicadores del mercado perdieron 10% desde que ocurrieron los atentados y arañaron de nuevo ayer sus puntos mínimos en tres años.
Los indicadores más amplios del mercado se desplomaron también. El índice compuesto Nasdaq perdió 56,87 unidades, 3,7%, y cerró en 1.470,93 puntos, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 se contrajo en 31,56 puntos, 3,1%, para quedar en 984,54.
Es la primera vez que el Standard & Poor’s, considerado el indicador más amplio del mercado, cierra por debajo de las 1.000 unidades desde octubre de 1998.
"La economía estaba en mala condición antes de esta eventualidad (los ataques) que magnificó todo por miles", dijo Gary Kaltbaum, analista de mercado de Investor’s Edge Partners.
La incertidumbre reinó en Wall Street. Los analistas e inversores se preguntan cuánto y por cuánto tiempo más la economía sufrirá los efectos de los ataques terroristas del 11 de septiembre. El mercado espera también la forma en que el gobierno del presidente George W. Bush tomará represalias.
"Nadie tiene una pista de lo que traerá el día de mañana, y cuando hay tanta incertidumbre, la gente no quiere poner su dinero en riesgo", añadió Kaltbaum.
Según los expertos, el mercado permanecerá muy vulnerable mientras las compañías anuncian despidos y recortes en sus estimados de ganancias, tras los ataques en los que aviones comerciales fueron secuestrados para embestir las torres gemelas y el Pentágono.
Las señales de la turbulencia se manifestaron ya en todas las aerolíneas estadounidenses, las que redujeron sus itinerarios de vuelo. Algunas eliminaron miles de plazas laborales. En tanto, las compañías de seguros advirtieron que los pagos masivos de los daños deteriorarán el sector por un tiempo.
Por su parte, las compañías financieras advirtieron que sufrirán ante el menor nivel de gasto, compra e inversión por parte de los consumidores e inversionistas. Las ventas minoristas y la industria del entretenimiento pronostican también perjuicios.
La empresa Boeing, que anunció un recorte de hasta 30.000 empleos, sufrió una caída de 2,85 dólares en su acción, la cual cerró en 29,76. Continental Airlines, que implementó la primera fase de su plan para despedir a 12.000 empleados, perdió 3,56 dólares y cayó a 13,90.
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La Ciudad
