Año CXXXIV
 Nº 49.246
Rosario,
viernes  21 de
septiembre de 2001
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Aunque el país ya no es prioridad, O`Neill dijo que habría ayuda adicional
Pesimismo en Washington por el futuro de la economía argentina
El Tesoro de EEUU y el FMI señalaron su preocupación por la situación financiera nacional tras los atentados

La situación financiera de la Argentina podría atravesar serias dificultades y correría paralela con la desaceleración de la economía global que los economistas prevén sobrevendrá como consecuencia del atentado terrorista a los Estados Unidos la semana pasada. Así, el gobierno norteamericano y los referentes de los organismos internacionales de crédito, principales gestores de la asistencia financiera a la Argentina, estimaron que el país podría necesitar un auxilio adicional para sobrellevar la crisis que se avecina, pese a que ya recibió el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O`Neill, consideró ayer como "posibles" nuevas medidas de apoyo para la Argentina, aunque aclaró que ahora no tiene el mismo carácter de prioridad que hace unas semanas y reveló que se podría acelerar la implementación de un código internacional para administrar los casos de cesación de pagos.
"Nosotros estamos siguiendo de cerca la situación en Argentina y podría haber alguna necesaria acción adicional", explicó el funcionario estadounidense.
El Tesoro estadounidense y el FMI fueron los articuladores del último acuerdo entre el organismo y Argentina, que derivó en un aumento de 8.000 millones de dólares en el programa crediticio que mantiene el Fondo con el país. Incluso antes de los atentados, los analistas y el FMI habían dicho que Argentina necesitaría para financiar una anunciada operación de canje o recompra de títulos más que los 3.000 millones de dólares que aportará el organismo.
En este sentido, el director gerente del FMI, Horst Köhler, aseveró que los sucesos ocurridos en Nueva York y Washington dificultan la situación económica y fianciera de la Argentina, aunque confió en que el plan de déficit cero ayudará al país a salir de la crisis.
"No hay dudas de que las dificultades se han incrementado para América latina, para la Argentina y para Brasil. Pero igual, pienso que también sería bueno que no exageraran el pesimismo", dijo Köhler.
El director del Fondo estimó que la economía mundial va a crecer en el 2002 pero tal vez menos de lo previsto. "La impresión es que todavía esperamos una reactivación de la economía estadounidense y mundial más adelante en el año, pero esto tal vez se retrase y sea un poco menos fuerte de lo esperado hace algunos meses o algunas semans, pero se trata del escenario más probable", dijo.
Los analistas creen que los flujos de capitales hacia América latina disminuirán y recortarán el crecimiento de la región, ante un previsto retiro de los inversores de los mercados emergentes por los temores de una recesión mundial.
En rigor, entre el 29 de diciembre y el 10 de septiembre, el día antes del atentado, los bonos emergentes habían subido 3 por ciento según la medición del índice de JP Morgan.
Desde que ocurrieron los ataques, el valor de los mercados emergentes bajaron un dos por ciento.
"Tras una tragedia tan devastadora y sin precedentes como ésta, quizás la reacción inicial más natural y obvia es la fuga hacia instrumentos de calidad y la cobertura de posiciones en créditos ilíquidos", dijo Eric Fine, economista de Morgan Stanley.
"La demanda mundial y la disponibilidad de financiamiento ya estaban requebrajadas, pero casi parece inevitable que estas sean sometidas a una mayor presión", explicó.

Cómo repercute en la Argentina
Los problemas de Argentina pasaron a un segundo plano después de los ataques. El FMI, que otorgó en agosto 8.000 millones de dólares al país, necesitará desviar su atención a otros lugares, coincidieron varios analistas internacionales.
Las conversaciones sobre una reestructuración de deuda tomarán un menor perfil y los prospectos del país de obtener ayuda adicional son menores.
"Las proyecciones de una ordenada reestructuración de la deuda argentina probablemente será limitada por un cambio en las prioridades de Estados Unido", dijo BNP Paribas a sus clientes en una nota de investigación.
"La mayor presión en Argentina vendrá una vez más de los mercados, especialmente si los inversores locales sacan el capital del país para colocarlos en refugios extranjeros".



Paul O'Neill, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
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