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Omnipotencia americana

Es de destacar que el atentado perpetrado a las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono representa un hecho sin precedentes en las Estados Unidos. Un país situado en el Primer Mundo, desarrollado en dimensiones que lo elevan a la cima de las potencias mundiales, resultaba impensable para toda mente humana y fuera de todos los cálculos, que sufriera un episodio de tal magnitud. El mayor golpe de la historia norteamericana que se haya registrado se grabó en la retina de quienes, presos del espanto, observaban desde la pantalla chica el impacto de dos aviones piloteados por kamikazes al estrellarse en las Torres Gemelas como una "postal" solamente posible en una proyección cinematográfica. Pero la realidad superó todo tipo de especulación. Las secuencias del atentado no mostraban lo más desgarrador. Probablemente el "estigma" de Vietnam resultó una experiencia aleccionadora sobre el efecto de las imágenes en una sociedad enquistada en la cultura del éxito y la gloria. Este cruel atentado a las Torres Gemelas, emblemas del imperio financiero y del poder militar, constituye un ataque literalmente a la omnipotencia, a la soberbia y al orgullo de una nación, nacionalista hasta el tuétano, que no acepta la humillación de ser vulnerable. Quiera Dios que la violencia no se pague con más violencia en aras del bien común y de la paz del mundo.
Gustavo Omar Rimolo