Torneo Clausura

San Lorenzo: Miele quiere que los jugadores firmen

El presidente del Santo los emplazó hasta el 30 de octubre

Los futbolistas de San Lorenzo que al 30 de octubre de este año no hayan arreglado su contrato con el club "perderán prioridad" para integrar el equipo, informó ayer el presidente de la entidad, Fernando Miele.
"Los clubes son de los socios, que nos han elegido para administrarlos y lo que hacemos es cuidar el patrimonio", dijo Miele, al confirmar una decisión aprobada el miércoles por la noche por la comisión directiva azulgrana.
"No es que si no firma el contrato no juega más. Eso no es así. Lo que se determinó es que si a los 90 días (de comenzar el torneo) no arregló su contrato perderá la prioridad para jugar y la tendrá otro que ya tenga su contrato firmado", explicó.
Miele admitió que "lo de (Eduardo) Tuzzio nos dolió mucho y no estamos dispuestos a que un jugador siga cobrando, siga jugando y mostrándose, para después irse y hacer su propia conveniencia. Lo que tratamos es que el club no pierda patrimonio para que el socio no pague las consecuencias".
Miele explicó que el recurso no es nuevo en Argentina pues en décadas pasadas Boca adoptó igual temperamento con jugadores como Marzolini y Suñé, y en Independiente hicieron otro tanto con Bochini.
"Los tiempos se acortan. No nos olvidemos que estamos trabajando con una mercadería muy preciada, como es el jugador, pero también perecedera. Tenemos que tomar medidas para que el club disponga de su patrimonio cuando lo necesite".
"Todas las negociaciones tendrán un límite de 90 días, un tiempo suficiente para llegar a un acuerdo", sostuvo.
Consideró común que "a los jugadores les ofrezcan dinero por afuera" para que fuercen la libertad de acción y poder negociar luego su pase.
Destacó asimismo la actitud del atacante Bernardo Romeo, que cuando le ofrecieron ese dinero le dijo «hagan de cuenta que me quedan diez años de contrato con San Lorenzo»".
Consideró que están en pie los demorados traspasos de Romeo y Leandro Romagnoli al Bayer Leverkusen, que comprará el 75 por ciento del pase de cada uno, pero admitió dificultades en la operación "como las que tienen todos los clubes argentinos".
Miele lamentó el último arreglo con los futbolistas para posibilitar la reanudación de los torneos y lo definió como "un contubernio por el que hubo que sacar dinero de todos lados".
Estimó asimismo que ahora se verán las consecuencias porque "los clubes no pueden pagar otras obligaciones y las entradas no ayudan, porque los precios no son los convenientes. Están baratas, hace once años que tienen el mismo precio, pero en ese tiempo las primas de los jugadores no eran las actuales, porque desde entonces subieron".
Lamentó finalmente que para sanear las cuentas de los clubes "ya ni siquiera alcanza vendiendo un jugador, que era lo que siempre se hacía" para solucionar el déficit. (DyN)

La eterna venta de Romeo complica el futuro de Miele.