La eliminación de Boca Juniors de la Copa Mercosur provocó un severo golpe en la economía de los jugadores, ya que el premio mayor para el campeón de ese torneo es de 4.600.000 dólares, y como además el plantel no cobra premios por su mala ubicación en el Apertura, los conflictos con los dirigentes podrían reaparecer a la brevedad.
La caída ante Universidad Católica (2-1) reavivó el virus interno de la discordia, que estaba larvado por los excelentes resultados obtenidos en el primer semestre, cuando el equipo ganó la Copa Libertadores, pero se agitó cuando los futbolistas tuvieron desavenencias con los directivos por los premios.
Diversas fuentes consultadas coincidieron en señalar que existe un pequeño grupo de dirigentes -los que manejan los números de la institución- que en los últimos tiempos comenzó a poner palos en la rueda del carro que empuja Carlos Bianchi, en pos de reforzar el equipo tras las ventas de algunas figuras.
Estos informantes revelaron que cuando el entrenador -luego de las transferencias de Ibarra (Porto), Bermúdez (Olympiakos) y Matellán (Schalke 04)- solicitó al defensor Gabriel Schurrer (Las Palmas) y al delantero Diego Klimowicz (Lanús), esos directivos se encargaron de impedir esas adquisiciones con el argumento de que el club no estaba en condiciones de semejantes erogaciones.
¿Falta de ingresos?
Bermúdez fue transferido por la entidad a cambio de 3.250.000 dólares libres de impuestos; Matellán en 4.000.000 e igual cifra abonaron los portugueses por el formoseño Ibarra, montos que en sí mismos desbaratan los argumentos dirigenciales sobre falta de ingresos para equilibrar las finanzas.
A todo esto se sumó que el bicampeón de América está lejos de los punteros en el torneo local -se encuentra ubicado en la decimotercera posición, con sólo seis puntos-, por lo que los jugadores y el cuerpo técnico no perciben dinero extra, ya que por la escala de incentivos acordada oportunamente sólo reciben premios si están ubicados del primero al tercer puesto.
Sin ninguna chance de acceder a la siguiente fase en la Mercosur, sólo cobrará 600.000 dólares por haber intervenido en la etapa clasificatoria, una cifra sensiblemente menor a los 4.600.000 dólares que hubiera percibido si salía campeón, y también inferior al millón que tenía previsto recibir si llegaba a las semifinales.
En el plano local, la floja labor en el Apertura afecta sensiblemente los bolsillos de los futbolistas, ya que por el sistema convenido sólo cobrarían premios siguiendo esta escala: 3.800 pesos por partido ganado si es que van primeros y 1.900 si empatan.
Si van segundos en el torneo perciben 3.300 pesos por triunfo y 1.650 si igualan. Y como terceros en el campeonato cobran 2.800 por victoria y 1.400 por igualdad. Del cuarto puesto hacia bajo no hay retribuciones extraordinarias estipuladas.
El contrato de Bianchi
En los próximos días el comité de finanzas del club elevará oficialmente a la comisión directiva los números que manejará para ofrecerle a Bianchi la renovación de su contrato, que vence el 31 de diciembre próximo.
La oferta viene con una reducción del 30 por ciento, cifra que el Virrey no aceptará. Actualmente su contrato es de 1.300.000 dólares, de los cuales cobra 900.000 libres de impuestos por temporada.
El vicepresidente segundo, Gregorio Zidar, acompañado por el gerente Eduardo Cafaro, ya le confirmaron al cotizado entrenador que Boca no está en condiciones económicas de seguir abonando esa cifra.
Para la renovación le ofrecieron un millón de dólares, de los que deducidos los impuestos, al entrenador le quedarán 650.000.
Los colaboradores de Bianchi también sufrirán un recorte en sus salarios. Por caso, el ayudante de campo Carlos Ischia tendrá una poda del 30 por ciento si es que decide seguir trabajando en Boca, aunque ya reveló que su deseo es independizarse y seguir como director técnico en otro club, para lo cual ya tendría ofertas.
De esta manera, en Boca la eliminación de la Copa Mercosur no sólo afectará los bolsillos de los jugadores y cuerpo técnico, sino que también traerá aparejadas nuevas discusiones internas por cuestiones económicas, cuyo final es difícil predecir. (Télam)
La Ciudad
