"Con la detención de este muchacho se cierra un círculo de sangre en barrio Las Flores". Una fuente policial usó esa frase para definir el arresto de Mario Alberto Fernández, un joven de 19 años al que se le atribuyen tres violentos crímenes en esa zona de la ciudad con ingredientes que van desde el ajuste de cuentas entre delincuentes, disputas de poder entre bandas barriales y hasta una venganza por el asesinato de un familiar. El imputado logró burlar el cerco que le había tendido la policía por más de un año hasta ayer: en un allanamiento realizado en su vivienda de Estrella Federal 1939 quedó detenido a disposición de dos juzgados de instrucción.
Fernández, conocido también por la policía por su seudónimo de Marito Pino, era intensamente buscado desde el 7 de agosto de 2000, fecha en que se produjo el primero de los crímenes que se le adjudican. Ese día, en Estrella Federal al 1700 fue asesinado a balazos Juan Carlos Cantero, alias Rengo. El caso, investigado por la subcomisaría 19ª, fue definido como un ajuste de cuentas entre hampones.
Los pesquisas establecieron que Fernández estuvo involucrado en el episodio ya que mantenía una vieja rivalidad con Cantero, quien a su vez había recuperado la libertad pocos días antes luego de purgar una condena en la cárcel de Coronda. A partir de allí, el imputado permaneció prófugo.
Según las fuentes consultadas, Fernández integraba la conocida banda de Los Monos, un grupo de delincuentes al que se le atribuyen varios hechos violentos en Las Flores como, por ejemplo, tiroteos con otro grupo denominado de Los Garompas o Rivero. La policía buscó a Fernández en su casilla de la calle Estrella Federal, pero el muchacho se había marchado aparentemente a la zona de islas.
El segundo episodio en el cual se involucró a Fernández fue el asesinato de Ramón Zenón Ledesma, un vecino que quedó involuntariamente en el medio de un tiroteo entre las dos bandas y recibió un tiro en el pecho. El episodio sucedió en Guarda Morada y Estrella Federal. Según la investigación de la subcomisaría 19ª, Fernández estaba acompañado por Damián Tata Maldonado y en esa esquina se cruzaron con un joven de apellido Pérez y un menor de edad, integrantes de Los Rivero.
Muerte de un inocente
Así se inició un tiroteo que culminó con la muerte de un inocente. Un investigador consultado ayer comentó que ahora, con la detención de Fernández, "están detenidas todas las personas involucradas en el crimen de Ledesma".
Tras esa muerte, Fernández volvió a desaparecer. La policía no podía detenerlo porque siempre lograba burlar los operativos de arresto. Dicen quienes conocen su prontuario que sus familiares, cuando advertían algún alistamiento de efectivos en la subcomisaría 19ª, ubicada a escasos metros de su casa, le avisaban a tiempo para que escapara. Además, sospechan que usaba el nombre falso de Mario Pino para zafar cuando estaba prófugo.
El último episodio en el que apareció involucrado Fernández sucedió el 26 de mayo, en un descampado de Clavel al 7000. En este caso la víctima fue Sergio Pablo Rivero, quien recibió un disparo en el cuello y otro en un riñón. Según la policía, ese crimen fue una venganza por el asesinato de Víctor Pino, tío de Fernández, ocurrido un mes antes. Los responsables de este hecho fueron detenidos en su momento por la seccional del barrio, pero al parecer Marito decidió vengar la muerte de su tío y asesinó al hermano del homicida.
Un vocero policial sostuvo que con el arresto de Mario Fernández se esclarece una serie de homicidios ocurridos en pocos meses en Las Flores. "Era el último que faltaba para desarticular la banda de Los Monos", aseguró. Ahora el imputado está a disposición de los jueces de instrucción Eduardo Suárez Romero y Carlos Triglia.
La Ciudad
