Año CXXXIV
 Nº 49.241
Rosario,
domingo  16 de
septiembre de 2001
Min 6º
Máx 18º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Editorial
Al rescate de una empresa

La grave situación, por todos conocida, que atraviesa la aerolínea argentina de bandera parece ir encaminándose, lentamente, hacia una posible solución. Ciertamente la grave crisis que la aqueja, y que involucra el futuro de cientos de trabajadores, no se resolverá de un día para el otro, y tampoco se podrá mejorar el estado de las cosas sin realizar un importante esfuerzo. Los costos serán, sin duda, altos, pero si el objetivo es recuperar a la empresa, sacarla de la parálisis actual y convertirla nuevamente en competitiva, habrá que pagarlos. Acaso ese futuro compense la dureza de cualquier presente.
Días atrás, el presidente de uno de los cuatro grupos económicos que compiten para adquirir la otrora pujante Aerolíneas Argentinas describió cuál es la prioridad de su plan de negocios y aludió, en tal sentido, a lograr la "viabilidad a largo plazo" de la empresa, puesta en venta por su principal accionista, la española Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi). Y luego se convirtió en el inesperado portavoz de una línea conceptual que tal vez merezca ser extendida hacia otros ámbitos: la crisis de Aerolíneas es "un problema argentino que deben resolver argentinos", aseguró el empresario, y luego aseguró que resultaría "contraproducente y un error político" el mantener la presencia española dentro de la compañía.
Anteayer se afirmaba en esta misma columna que acaso ese tendría que ser el espíritu que debería animar a los habitantes de este país para enfrentar la larga recesión que en él se ha instalado. Entre los proyectos que el grupo interesado mencionó como posibles líneas de reactivación de Aerolíneas figura en un lugar de privilegio la recuperación de mercados, a partir de los viajes de negocios y del desarrollo de la industria turística local. En ese punto, se adelantó que algunas de las alternativas que se evalúan son la inversión directa en el sector turístico e incluso la suscripción de alianzas con operadores y hoteleros. Claro que, llegados a esta instancia, lo expuesto anteriormente consiste en un simple ejemplo ilustrativo. A lo que se hace en verdad referencia, tomando como útil parámetro el dilema de Aerolíneas, es a la necesidad de partir del optimismo y a la virtual obligación de ser imaginativos; de otro modo, escépticos y rutinarios ganarán la partida, con las consecuencias previsibles.
Rescatar la línea de bandera es un deber moral para la Nación. Pero cuidado: no deberá hacerse a costa de déficit alguno. Ya son bien conocidos por todos los efectos que derivan de arrojar manteca al techo.


Diario La Capital todos los derechos reservados