Año CXXXIV
 Nº 49.241
Rosario,
domingo  16 de
septiembre de 2001
Min 6º
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Talleres y Huracán se repartieron tres migajas

Talleres de Córdoba y Huracán, dos de los equipos con mayores urgencias en el torneo Apertura, prolongaron anoche, en el estadio Olímpico de Córdoba, su sequía de triunfos con un entretenido empate en tres tantos que sin duda desnudó las falencias de ambos equipos y tuvo una sensación mucho más placentera para la visita.
Huracán estuvo dos veces en ventaja en el primer tiempo con tantos de Fernando Moner y el uruguayo Sebastián Morquio. Talleres revirtió el marcador con dos tantos de Pablo Cuba y otro de Gabriel Roth, pero Juan Carlos Padra le dio la alegría a los quemeros y tras sellar la igualdad definitiva en el minuto final.
En definitiva, el resultado no fue conveniente para ninguno de los dos pero tuvo un sabor más dulce para el conjunto de Claudio Morresi y Fabián Carrizo, la dupla que sustituyó interinamente a Osvaldo Piazza, especialmente porque venía de ser vapuleado por 4 a 0 por Rosario Central.
Talleres, cuando ya atesoraba los tres puntos, quedó perplejo por la inesperada igualdad, pero al menos sumó su primera unidad en el certamen, tras cinco derrotas sucesivas.
El empate fue justo porque ambos equipos justificaron su presente con pésimos rendimientos defensivos, con los cuales es imposible mantener un resultado.
El primer tiempo fue equilibrado, con un leve predominio de Huracán que aprovechó el juego aéreo y se puso en ventaja con tantos de Fernando Moner y Sebastián Morquio.
La parte final tuvo a Talleres como dominador a partir del ingreso de César La Paglia, quien se asoció con Albornós en la creación de juego y eso hizo que los cordobeses pudiera llegar al área quemera con mayor claridad.
Con esa fórmula, el equipo del Tigre Gareca pudo revertir la historia con goles de Cuba -el delantero más peligroso de la noche- y Roth.
Pero Talleres, con graves falencias defensivas, atentó contra sí mismo y sufrió el empate en el descuento con otro tanto de cabeza, convertido por el diminuto Padra, quien junto a sus compañeros y al puñado de hinchas visitantes festejó la conquista como un triunfo.


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