Año CXXXIV
 Nº 49.240
Rosario,
sábado  15 de
septiembre de 2001
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"Pericon.com.ar" se presenta hoy, a las 21, en el Teatro El Círculo
Enrique Pinti: "Menem no me daba más letra"
El actor, que vuelve con su espectáculo, dijo que el recambio de gobierno no redujo el nivel de sus críticas

Rodolfo Bella

Enrique Pinti se vuelve a presentar hoy con su espectáculo "Pericón.com.ar", a las 21, en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza. El actor dijo estar satisfecho con su primer papel protagónico en cine y con su trabajo al frente de "El club de la comedia" (sábados a las 18 por Canal 3), con el cual lo posicionaron como "el padre de los comediantes de este momento y un referentes del monólogo". "La actualidad está siempre resumida en mis espectáculos y desde la última vez que estuve en Rosario pasaron algunas cosas que fueron incluidas", dijo. El actor no eludió dar su opinión sobre el ataque a Estados Unidos. En ese sentido señaló que "la humanidad tiene un punto de inflexión donde la racionalidad se termina y ese punto es la guerra. Ante semejante contigencia mundial no es que la gente deje de padecer los problemas, sino que toma otra dimensión de la vida".
-¿Qué cambios introdujiste desde la última vez que estuviste en Rosario?
-La actualidad está siempre incluida en mis espectáculos. Desde la última vez que estuve en Rosario, se casó Menem, lo encanaron, la crisis se profundizó, se peleó Alfonsín con De la Rúa, se amigó, hizo su irrupción la denuncia concreta de la (diputada nacional Elisa) Carrió, la cholulocracia, los diputados actores, los actores diputados, los candidatos, la vuelta de Chacho.
-¿Cómo viviste tu primer protagónico en cine con "Arregui, la noticia del día"?
-No soy de ponerme moños pero a mí el trabajo me pareció excelente como el de todos los actores y la película me pareció muy bien hecha y muy digna. No es trascendente ni va a cambiar la historia del cine argentino. Es una película correcta, honesta, bien hecha. "Arregui..." creo que debería ser la producción básica normal, mejor para arriba y nunca para abajo.
-¿Qué balance hacés de tu trabajo en "El club de la comedia"?
-Estoy contentísimo porque me gusta estar en televisión, pero como invitado no con un ciclo y éste es el término medio exacto. Además me gusta el trabajo de animación y que me pongan un poco como el padre de los comediantes de este momento y como un referente del monólogo.
-¿Cómo ves el país después de un viaje?
-Es rarísimo y fue cambiando con el tiempo. Yo empecé a viajar en la época de la dictadura. Allí era volver al país y volver a las sombras. Al volver extrañaba la falta de libertad, toda una serie de cosas que la gente se olvidó; en las primeras épocas de la democracia, hasta el plan austral, era una sensación de regocijo, porque uno pensaba que nos estábamos modernizando ideológicamente; después, con la crisis y la hiperinflación, daba pavor volver.
-¿Y a partir de la Alianza?
-Ahora con esta horrorosa gestión de la Alianza, con esta decepción tan grande, me ocurre que ya estoy grande, voy a cumplir 62 años el 7 de octubre, estoy en una edad en que ya no te importa si el país está bien o mal, si tiene dictadura o si tiene democracia, si está rico o pobre: es el lugar tuyo. Ahora cuando vuelvo pienso: vuelve otra vez la ineficiencia, la estupidez, la cara de culo, todo lo que me pegaba mal, pero me subo a un taxi y me dicen "Hola Pinti, como le va maestro" y me siento mejor. Pero si llega a haber una dictadura, con los años que tenga, hago las valijas y me rajo a cualquier parte hasta que me echen por ilegal.
-¿El gobierno anterior te daba más temas?
-No. En absoluto, es exactamente igual porque son los mismos problemas y los mismos temas. Lo que daba Menem era frases por día, porque hablaba más y metía más la pata y lógicamente el idioma español no es su fuerte. Yo no me decepcioné con Menem porque el se comportó a la altura de lo que creí que era.
-¿Te pasó lo mismo con el presidente Fernando De la Rúa?
-El problema con De la Rúa y con Chacho es que me decepcioné totalmente. Yo creí que Chacho era un hombre que tenía bien claro que iba a meterse como jefe de una alianza en la que se igualaban en que eran enemigos de Menem. Yo pensé que tenía clara la alianza con la parte del radicalismo tirando a conservadora que representa de la Rúa. Chacho venía del lado progresista del peronismo, antimenemista, tirado hacia la izquierda. Pensé que si yo lo tenía claro, que estoy afuera, él, que era el sujeto y predicado de esta oración, iba a tener clarísimo cuál era su trabajo y su misión dentro de esto.
-Y después llegó la renuncia
-Exacto. Que a los ocho meses, por una cuestión importantísima como puede ser la coima, pero no inédita en la Argentina, él se vaya... Cuando el líder de eso que se supo ir del peronismo cuando el peronismo se transformó en menemismo, me dé esta lección de inmadurez, estupidez, frivolidad y se raje, y ahora vuelva y se quiera meter en la panza de la Carrió, porque ella menos fierro caliente agarra todo, me decepciona. De De la Rúa pensé que no era tan estúpido y de Chacho pensé que tenía más cojones. Los dos me decepcionaron.
-¿Cómo impacta eso en las nuevas generaciones?
-A eso me refiero en el último monólogo. Es alarmante porque las nuevas generaciones se radicalizan o para la estupidez o para la reacción violenta. La mayoría es para la estupidez, y una tercer parte que es para el exilio.
-¿Qué es cómico en De la Rúa?
-Todo, los cuatro costados, porque no hay nada más gracioso que una persona que gobierna sin autoridad. Uno de los personajes más rendidores en la comedia de costumbres es el hombre de la casa al que la mujer lo caga a gritos, la Sisebuta y Trifón. Además es cómico porque cuando una persona no tiene gracia, lo peor que puede intentar es ser gracioso.
-¿Qué pensás de los legisladores que cobran dieta y además tienen jubilación, entre ellos una ex colega tuya?
-Es una decepción muy grande. Yo tuve un gran concepto de (la diputada justicialista) Irma (Roy). Me parece rarísimo, pero ante la admisión de la culpa qué voy a decir yo. Pero siempre valoré mucho el trabajo de Irma porque trabajó mucho en las comisiones, no falto nunca al Congreso, abandonó para siempre su carrera de actriz, además es responsable de proyectos importantes como la ley del libro, la cine y del teatro, y ahora estaba trabajando en la ley de mecenazgo, o sea que me extraña y me derrota, como en su momento me derrotó la Meijide o Chacho, que era gente en la que creía.



"Cuando me llaman maestro me siento mejor", afirmó Pinti.
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