Año CXXXIV
 Nº 49.234
Rosario,
domingo  09 de
septiembre de 2001
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Mercados: un menú de buenas noticias que no alcanzó

Salvador Di Stefano

En la semana que finalizó se conocieron buenas noticias para el país. Los depósitos a plazo fijo se recuperaron 623 millones de pesos; las reservas se volvieron a estabilizar pero ahora en torno de los 14.300 millones de dólares; al gobierno sólo le faltan 2.300 millones de dólares para completar el financiamiento del año 2002; el lunes próximo se recibirán 5.000 millones de dólares del FMI, como respaldo adicional de la convertibilidad y el sistema financiero; se está preparando un canje voluntario de deuda con 3.000 millones de dólares que le aporta el FMI, que apunta a descomprimir los vencimientos del año 2002, como también bajar el monto de intereses que abona anualmente; por primera vez en años, en el mes de agosto se habría llegado a déficit cero; y de proseguir el programa de ajustes en el año 2001 se terminaría mostrando una baja del gasto primario superior al 5%, que sería una señal muy fuerte para el exterior.
A pesar de que todas estas son muy buenas noticias, el riesgo país no cedió, y peor aún, aumento en este contexto, aunque se podrían atribuir varias razones internas y externas.
En cuanto a las razones externas, no caben dudas que la caída en la actividad económica en Estados Unidos está complicando a más de una economía en el mundo. Este país concentra el 33% del PBI mundial, y así como se convirtió en la locomotora que hizo crecer a la economía mundial entre 1995 y el año 2000, ahora su lenta desaceleración esta trayendo problemas a más de una región económica.
En Europa, las menores exportaciones hacia Estados Unidos y las mayores importaciones desde dicho país le cambiaron el escenario económico a la Unión Europea, que está mostrando una fuerte desaceleración en su crecimiento.
Ni siquiera la posibilidad de instaurar la moneda única, contagia a los inversores para iniciar una fuerte recuperación en el ámbito económico. A esto le debemos agregar la crisis que sobrelleva Japón, que impacta no sólo en Estados Unidos, sino también en todo el sudeste asiático.
En los últimos 15 días, casi en forma continua bajan las tasas en el Reino Unido; Europa y Estados Unidos; mientras que Japón al borde de la tasa cero adoptaba políticas para inyectar liquidez y atemperar la caída de la actividad.
Así como en la década de los noventa el superávit fiscal era la norma para los países desarrollados, daría la impresión que en la década que se inicia no abundara la liquidez, los países centrales irán incurriendo en déficit presupuestarios, debido a la caída de actividad económica, y la tasa de interés internacional recorrerá un sendero alcista.
Si bien esto puede notarse como una amenaza, para países como Argentina podría ser una oportunidad, ya que en este escenario no hay mucho espacio para seguir con la política de subsidios agrícolas. No obstante, deberíamos acordar ciertos acuerdos para no realizar fuertes desembolsos en concepto de intereses de la deuda. No obstante debemos tener presente que más del 60% de la deuda Argentina está constituida a tasa fija, por ende el monto a abonar de intereses no mostrará una variación significativa. Por otro lado, como estamos implementando la ley de déficit cero, no necesitaríamos (esperamos cumplirlo) recurrir a nuevo endeudamiento, sino sólo renovar el capital que vence.

Los factores internos
En el orden interno la agenda es muy variada pero el futuro de la Argentina está ligado a la definición de muchos temas que han pesado pendientes, a pesar del mejor clima existente. Los inversores antes de realizar desembolsos de dinero esperarán para ver que sucede con:
a) El resultado de las elecciones legislativas el 14 de octubre próximo. b) La definición entre gobierno y provincia de la nueva ley de coparticipación federal de impuestos, que debe estar aprobada antes de diciembre de 2002. c) Antes del 31 de diciembre debería estar aprobado en el Parlamento el presupuesto 2002, en donde se impone el déficit cero, y por ende una fuerte baja de gastos. d) La magnitud del canje voluntario de deuda, que se anuncio para marzo del año 2002, pero que podría adelantarse para el mes de noviembre de 2001. e) Si las provincias aceptan, y realizan los ajustes necesarios, como el posible recorte de sus ingresos de 900 millones de pesos en el último trimestre del año. f) Si Argentina cumple con el déficit cero de aquí a fin de año. g) Que la emisión de bonos provinciales se limite a un determinado monto, y que no se produzcan excesos de modo tal perjudicar la convertibilidad de nuestra moneda, ya que entre nosotros es una emisión encubierta.
Como podemos apreciar, la agenda en el mercado interno es muy dura de sobrellevar, máxime cuando debemos trabajar fuertemente bajo la política del ajuste permanente.
Si todo lo hasta aquí vertido en el orden interno muestra un resultado positivo, nuestro diagnóstico es que los precios de los bonos ya vieron su piso, y que es de esperar una fuerte recuperación a futuro. Pero para que esto suceda son muchas las vallas a superar, y sólo luego de diciembre tendremos certeza que esto se haya cumplido.
Por ende el pronóstico es que deberemos acostumbrarnos a vivir con este nivel de riesgo país un tiempo más, con tasas pasivas y activas elevadas. Y como dice un afamado técnico de fútbol, iremos monitoreando la realidad económica, partido tras partido, ajuste tras ajuste, ley tras ley; esperando ir de menor a mayor y no en camino inverso.


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