Año CXXXIV
 Nº 49.227
Rosario,
domingo  02 de
septiembre de 2001
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Por fin De la Rúa firmó el crédito del BID para Rosario
La Lata será la próxima villa que urbanizará la Municipalidad
Ahora con presupuesto, avanza el programa de relocalización de asentamientos irregulares

Silvina Dezorzi

Exultante. Así se lo vio ayer al intendente Hermes Binner, cuando inesperadamente convocó a una conferencia de prensa para anunciar que por fin el presidente Fernando de la Rúa había firmado la autorización del crédito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el programa Rosario Hábitat. La satisfacción del jefe comunal no era para menos, considerando que el tembladeral político y la crisis económica se veían como amenazas para el proyecto, según admitió hasta el propio Binner. Ahora está todo listo y presupuestado: el año próximo la Nación girará unos 10 millones de pesos, que se sumarán a otros seis millones de parte del municipio para empezar una etapa de recuperación de las villas miseria de Rosario que durará cuatro años. En ese lapso, se estima que el programa beneficiará a unas 7 mil familias (ó 42 mil personas) que hoy viven en condiciones miserables en los asentamientos de la ciudad. Entre ello, el conocido como Villa La Lata será uno de los primeros en ser intervenidos.
"Ayer (por anteayer), a las 20, recibimos un llamado de la Presidencia de la Nación donde nos comunicaban que Fernando De la Rúa acababa de firmar el empréstito para la ciudad de Rosario por el programa de erradicación de villas miseria conocido como Rosario Hábitat", adelantó Binner.
Aunque el préstamo ya había sido firmado hace 20 días por el Ministerio de Economía, Binner recién respiró aliviado al enterarse de que ya tenía el gancho de De la Rúa. "En todo momento pensamos que podía detenerse en algún filtro", reconoció, por lo que no se cansó de expresar su "alegría porque todos los escollos fueron salvados".
El intendente evaluó la noticia como fundamental. "Es la transformación urbana más importante que se va a dar en la ciudad", afirmó Binner, y sostuvo que a partir del programa "Rosario tendrá la inconmensurable posibilidad de incorporar a todos sus habitantes con categoría de ciudadanos".
En rigor, la firma habilita el primero de los tres tramos que contempla el proyecto. Durante esa etapa, los beneficiarios estimados serán unos 42 mil, nucleados en 7 mil familias. "Se dará solución a un tercio de la población que hoy vive en situaciones indignas en las villas de emergencia", prometió Binner.
Ese tramo, que se desarrollará a lo largo de cuatro años, contempla una inversión de 71 millones de pesos: 43 de ellos corresponden al crédito del BID que pagará la Nación y los otros 28 a los recursos que aportará como contrapartida el propio municipio.
El primer desembolso del programa ya figuró en el presupuesto nacional de este año, con 2 millones de pesos. Y durante el 2002, los fondos girados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación ascenderán a 10 millones. En los años subsiguientes (2003 y 2004) los desembolsos serán por cifras similares.

Un caso "referente"
Binner no buscó disimular su satisfacción. "Rosario Hábitat fue elegido por el BID como el mejor programa de erradicación de villas e indudablemente se ha instituido como un caso referente para otros lugares del país", sentenció. Y fue aún más lejos. Según Binner, las propias autoridades del BID admiten que se trata de un proyecto superador del aplicado en Río de Janeiro (Brasil) bajo el nombre de Favela Barrio.
La viabilidad del programa no es meramente urbanística y mucho menos infraestructural. Para que tenga éxito en lo concreto, el abordaje de las problemáticas que aquejan a la población de las villas de emergencia se propone como integral.
"No se limita a la construcción de viviendas, sino que contempla varios otros aspectos", explicó Binner. Entre ellos figuran, por ejemplo, incorporar a los niños a la escolaridad formal, impulsar a los jóvenes a completar su educación básica e iniciarse en un oficio y conformar cooperativas de producción para los adultos. Justamente a partir de esas cooperativas se pretenderá alentar la construcción de viviendas, con ayuda de la Municipalidad.
Desde el programa, adelantó Binner, "se abrirán calles, se acercarán servicios, se pondrá arbolado público y en general se buscará proveer todos los elementos que permiten incorporar a estos manchones de la ciudad a la ciudad formal".
Formalmente, se prevén dos tipos de intervención. Una será el traslado de familias, pero esta modalidad no afectará a más del 30 por ciento de los beneficiarios. El 70 por ciento restante estará dado por procesos de urbanización que ofrecerán servicios e intervenciones "caso por caso", respetando los agrupamientos socioculturales y "la voluntad de la gente de seguir siendo vecinos".
Durante los cuatro años que durará este tramo del programa se alcanzará a beneficiar a un tercio de las 120 mil personas (más del 10 por ciento de la ciudad) que vive en asentamientos precarios. "Es un problema crónico que, lejos de superarse, se ha consolidado y no tendrá solución en días o años", advirtió Binner.
El intendente también evaluó como un dato "importantísimo" que una de las primeras intervenciones del programa recaerá en "una vieja villa que tiene la ciudad en su zona céntrica, conocida como La Lata". El anuncio no es menor: el asentamiento posee un alto nivel de conflictividad por sus características sociales y su ubicación estratégica en la ciudad.



En 2002 llegarán 10 millones de pesos, aseguró Binner.
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