Año CXXXIV
 Nº 49.227
Rosario,
domingo  02 de
septiembre de 2001
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Insólito. Las órdenes no las da el titular del área, Angel Elías, sino su esposa
Un festival de irregularidades en la Secretaría de la Producción municipal
Los empleados y su gremio están indignados. El asesor en horticultura es un conocido empresario de la noche

Lucas Ameriso

En la Secretaría de la Producción y Empleo municipal lo único que se producen hasta ahora son escándalos. El Sindicato de Empleados Municipales denunció la existencia de un festival de irregularidades en la repartición que conduce el radical Angel Pini Elías. Por ejemplo: la esposa del funcionario, Marta Repupile, no tiene contrato ni es empleada, pero va todos los días a la repartición, se ubica en un despacho, se encarga de dar órdenes internas y hasta obliga a los trabajadores a realizarle trámites bancarios personales. Semejante situación desató la ira gremial: el sindicato que conduce Néstor Ferraza exigió su inmediata expulsión de la dependencia municipal. Pero el grotesco no termina ahí. El coordinador del programa de horticultura de esta secretaría, lejos de ser un especialista en agronomía, regentea una famosa megadisco de Rivadavia al 2500. Y hay más. La secretaría, con un presupuesto cercano a los dos millones y medio de pesos, no generó en estos años ni un solo empleo genuino. Entonces, ¿adónde van sus recursos? Por ejemplo, a un video institucional de 5 mil pesos para la Agencia de Desarrollo Regional o a un relevamiento de las industrias que hay en Rosario, que costará otros 80 mil.
Varias fuentes consultadas por La Capital coincidieron al señalar que la Secretaría de la Producción atraviesa una profunda crisis de gestión, luego de los acuerdos políticos que el Partido Socialista Popular celebró con el sector celeste del radicalismo.
La crisis estalló por las atribuciones que la esposa de Elías comenzó a tomarse con el personal de la repartición. Dicen que la mujer llega temprano, se sienta en un despacho y desde allí imparte sus órdenes. "Llegaron denuncias al sindicato diciendo que Marta Repupile, que no es ni empleada ni contratada de la Municipalidad, ejerce funciones en la secretaría", apuntó Ferraza.
El hecho había enfurecido tanto a los empleados que hasta fue denunciado hace un mes por el sindicato ante el secretario de Gobierno, Antonio Bonfatti, pero aún no hubo ninguna orden de remoción.
"Los trabajadores exigen que Repupile se quede lavando platos en su casa y no moleste a la gente imponiendo órdenes. Si quiere encontrarse con Elías que lo haga afuera del ámbito laboral", disparó el gremialista, quien exigió la inmediata salida de la esposa del secretario de la sede de Belgrano al 500.
Pero los palazos del gremio también apuntaron hacia el funcionario radical. "Elías de producción no tiene nada, y de empleo menos. ¿Para qué tiene presupuesto? Su gestión deja mucho que desear y para colmo le incorpora estos escándalos personales", disparó Ferraza.

Perlita tras perlita
Otra de las perlitas en la gestión de Elías involucra al coordinador del programa de apoyo a la horticultura, Gustavo Prince, a su vez copropietario de Satchmo, un conocido boliche de Rivadavia al 2500. Las críticas a su desempeño no llegan sólo del sector gremial, sino hasta del propio entorno de Elías, donde varias fuentes coincidieron en señalar que la idoneidad del coordinador para ejercer el cargo como un experto horticultor se encuentra severamente cuestionada.
La iniciativa se financia con el fondo de emprendimientos productivos, que el Ejecutivo toma de Rentas Generales para tareas que también se destinan a la lombricultura y la apicultura.
Si bien el presupuesto de la secretaría no alcanza a los dos millones y medio de pesos, el manejo de los fondos también está bajo la lupa. Primero porque durante la gestión de Elías no se creó ni un solo puesto de trabajo genuino ni se atrajo ninguna inversión nueva a Rosario. Pero también porque el destino de los recursos parece al menos cuestionable.
Por ejemplo, ahora se pagarán 80 mil pesos de un convenio con la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR para hacer un relevamiento productivo, que no consiste en otra cosa que identificar a las industrias asentadas en la ciudad. Por lo menos la iniciativa parece absurda, pues la misma información podría obtenerse, y gratis, a través de la Dirección de Registración e Inspección municipal, la Dirección General Impositiva y hasta la Ansés.
Además, para el lanzamiento de la Agencia de Desarrollo Regional la secretaría pagó una suma de 5 mil pesos a una reconocida agencia de publicidad local por la realización de un video institucional. Dicen los que saben que el monto supera holgadamente los precios que se ofrecen en el mercado.
Y ya que se habla de la Agencia de Desarrollo, también hay críticas respecto a su funcionamiento. Las fuentes dicen que en su sede, ubicada en Maipú al 700, se ve una actividad más bien escasa, pese a que pretende ser un enlace de producción mixto con la provincia y el sector privado. Para lograr esa meta allí trabajan un gerente y tres empleados de Producción.
Pero hay más. Cuando la Feria de la Alimentación (Fiar) que organiza el área se presentó semanas atrás en Buenos Aires, tampoco tuvo eco entre los porteños. Menos mal que a la repartición se le ocurrió solventar el viaje a una treintena de sus empleados porque ellos fueron el grueso de público, sobre un total de 48 asistentes.
Además, el Centro de Emprendedores de barrio Las Flores menguó significativamente su actividad desde que la ex directora de Empleo Alicia Siciliani se alejó dando un portazo de la secretaría, tras una batalla campal con la subsecretaria del área, Diana Sandoz.
De las 40 personas que hace dos años integraban el centro, actualmente se desempeñan en el lugar ocho costureras, ocho tejedoras y cuatro carpinteros. El municipio también cede a la firma CTA las instalaciones e insumos para la confección de guantes industriales por parte de otras cinco mujeres. Y también hace lo propio con la empresa de limpieza Maxlim.
Y por si todo lo anterior fuera poco, a la secretaría de Elías también le queda el bochorno de haber cedido gratuitamente un stand de 12 metros cuadrados a un funcionario trucho costarricense en la última feria Fiar, donde el pretendido diplomático intentaba tentar a los rosarinos con trabajo en su país. Una verdadera estafa.
Por lo bajo, en el oficialismo admiten que estos son costos a digerir derivados de un pacto político. "Hay muchas cosas por corregir, pero esta situación es el resultado de un acuerdo partidario", se justificó una ultrabinnerista que trabaja junto al propio Elías.



Afuera la cola del desempleo, adentro el bochorno.
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