Año CXXXIV
 Nº 49.222
Rosario,
martes  28 de
agosto de 2001
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Los talibanes dejaron visitar a los detenidos en Afganistán

Kabul. - Familiares y diplomáticos occidentales se reunieron ayer, durante dos horas, con ocho extranjeros presos en Afganistán acusados de predicar el cristianismo en este país islámico. Los ocho trabajadores del grupo religioso de asistencia humanitaria Shelter Now International (SNI), con sede en Alemania, fueron detenidos a principios de agosto. Propagar el cristianismo entre familias musulmanas puede ser castigado con la pena de muerte. La sentencia será anunciada por el líder de la Corte Suprema Talibán, Mohammad Omar.
Tres diplomáticos de Alemania, Australia y Estados Unidos, además del padre de uno de los estadounidenses y la madre de otro, llegaron a Kabul en un vuelo especial de Naciones Unidas horas después de que los talibanes les extendieron visados y dijo que podrían reunirse con los prisioneros. Un diplomático estadounidense presente en el encuentro entre dos jóvenes norteamericanas presas y sus padres, calificó la reunión de "muy cercana y cálida". La madre de Dana Curry, una de las detenidas, y John Mercer, padre de Heather Mercer, la otra arrestada, se reunieron con ellas durante dos horas en una escuela reformatorio para menores delincuentes, resguardada por soldados con turbante y fusiles y rodeada por muros de tres metros de altura.
"Fue una reunión muy cercana y cálida, como ustedes se pueden imaginar que sería", expresó David Donahue, cónsul general de EEUU en Pakistán, tras el encuentro. Donahue fue uno de los tres diplomáticos occidentales que acompañaron a los visitantes al reformatorio donde los trabajadores internacionales de ayuda, todos pertenecientes al grupo cristiano Shelter Now International, con sede en Alemania, son retenidos desde hace tres semanas.
"Todos ellos se veían bien", expresó Donahue. "Todos se reunieron. Hablamos sobre cosas como: ¿Qué tal estás?, ¿Cómo te han tratado?, ¿En qué condiciones vives?, ¿Recibiste los paquetes que te enviamos?', y ellos respondieron que sí". Los ocho extranjeros -dos estadounidenses, cuatro alemanes y dos australianos- fueron apresados junto con 16 empleados afganos del organismo.


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