El arzobispo zambiano Emmanuel Milingo, quien escandalizó al Vaticano al contraer matrimonio con una coreana que le eligió el reverendo Sung Myung Moon, renunció a su esposa y regresó a la Iglesia Católica. En una carta enviada al Papa Juan Pablo II el 11 de agosto y que el Vaticano divulgó ayer, Milingo dijo que también renunciaba a la controvertida Iglesia de la Unificación de Moon.
"Ahora vuelvo a dedicar mi vida a la Iglesia Católica con todo mi corazón, renuncio a mi vida junto a mi esposa María Sung y a mi relación con el reverendo Moon y su Federación de Familia para la Paz Mundial", expresó en la carta.
Milingo se casó con Sung en mayo en Nueva York y el Vaticano lo amenazó con excomulgarlo. La semana pasada, apareció sorpresivamente en la residencia veraniega del Papa, cerca de Roma, en un aparente intento por hacer las paces con el Pontífice.
"Tus palabras: «En nombre de Jesús, regresa a la Iglesia Católica» fueron tanto un llamado a mi Iglesia como una orden paternal para vivir mi fe y obediencia hacia ti, el representante de Cristo en la Tierra", escribió Milingo al Papa en la carta. El arzobispo, de 71 años, no se ha visto en público desde la semana pasada.
"Está drogado y prisionero"
En tanto, María Sung, esposa del arzobispo, dijo que podría estar embarazada, comenzó ayer una huelga de hambre y manifestó que está dispuesta a morir si el prelado renuncia a su matrimonio y vuelve a la Iglesia Católica. "Si no puedo reunirme con él en la Tierra, moriré y con mi espíritu estaré cerca de él", reiteró María Sung en rueda de prensa. Sung afirmó que Milingo "está drogado y prisionero" y que por eso no se comunica con ella.
La esposa del obispo no cree "en absoluto que un hombre que celebró su matrimonio ante la humanidad y pidió un beso ante todos", luego le diga "te dejo" por carta. La mujer confirmó su deseo de "denunciar a la policía" lo que a su juicio es el "secuestro" de su marido. Sung dijo que rezará todos los días en el Vaticano para que se lo devuelvan.
"Amo a Emmanuel Milingo con todo mi corazón y estoy dispuesta a ofrendar mi vida para protegerlo, de la misma forma que él lo haría por mí. Quiero reunirme con mi esposo cara a cara, sin el control de nadie", dijo Sung, al dar lectura a un comunicado en un imperfecto italiano.
Un portavoz de la Iglesia de la Unificación de Moon dijo que Sung desea sentarse en la plaza de San Pedro, sosteniendo una foto de su esposo, desde el alba hasta el anochecer, durante su huelga de hambre. Sung, acupunturista surcoreana, dejó de ingerir alimentos a la medianoche de ayer y partir de entonces sólo beberá agua, dijo el portavoz.
Cuando se le preguntó, antes de divulgarse la carta del arzobispo al Papa, si no le preocupaba no ingerir alimentos en caso de estar embarazada, Sung dijo que su prioridad era su esposo. "Lo más importante en este momento es monseñor Milingo, quien está vivo, pero no en libertad. Mi salud y cualquier otra situación son secundarias", dijo, en tono calmado.
Sung declaró anteayer que sospecha estar embarazada, pero que no se sometería a una prueba de embarazo hasta no tener a su esposo al lado suyo. La mujer, de 43 años, afirmó que no sabía que Milingo, de 71 años, no podía casarse porque era un arzobispo católico. La mujer se negó a responder cuando le preguntaron si había estado casada otras veces antes del matrimonio con Milingo, pero manifestó su "certeza" de que Milingo volverá a su lado.
El ex arzobispo africano, que desde hace años está bajo la mira del Vaticano por sus continuas excentricidades, desató un verdadero escándalo con su casamiento el 27 de mayo en Nueva York en una boda colectiva organizada por la secta del reverendo Moon.
La Ciudad
