Año CXXXIV
 Nº 49.209
Rosario,
miércoles  15 de
agosto de 2001
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Beit Jala-Ghilo, guerra cotidiana entre vecinos

Roberto Ferri y Giorgio Raccah

Beit Jala. - Beit Jala, que forma con Belén un conglomerado urbano, era hasta hace un año uno de los centros palestinos más ricos. Está hoy en la primera línea de fuego como, del lado israelí opuesto, el cuartel israelí de Ghilo, en la periferia ocupada de Jerusalén Este.
Ayer, tanto Beit Jala, habitada en gran parte por palestinos de fe cristiana, como Ghilo fueron nuevamente escenario de intensos intercambios de fuego. Apenas se difundió la noticia de la incursión efectuada poco antes por el ejército israelí en Jenín, en el norte de Cisjordania, militantes palestinos dispararon desde Beit Jala ráfagas de ametralladora en dirección a Ghilo, una población de 45 mil habitantes surgida en los últimos 30 años. Los soldados israelíes respondieron al fuego desde los puestos levantados poco después de la última fila de casa del barrio. También aparecieron tanques en acción.
Los enfrentamientos duraron más de seis horas y concluyeron recién en las últimas horas de la tarde. Tres palestinos, miembros de la misma familia, resultaron ligeramente heridos y distintas propiedades fueron dañadas. En Ghilo un israelí resultó levemente herido y nueve departamentos sufrieron daños, aunque no de importancia.
Los turistas y los peregrinos que en 2000, en ocasión del Jubileo y de la histórica visita a Tierra Santa del Papa, acudieron en multitud al distrito de Belén, son un lejano recuerdo. El hotel Millenium de Beit Jala hospeda, desde hace meses, a familias cuyas casas resultaron destruidas o gravemente dañadas en los enfrentamientos.
Decenas de pacifistas norteamericanos y europeos llegaron para dar protección a la población civil árabe de Beit Jala y de otros centros palestinos. Los llamaron "escudos humanos", pero ellos prefieren definirse como pacifistas empeñados en "misiones civiles permanentes".

El fantasma del G-8
Las autoridades israelíes están preocupadas por noticias según las cuales grupos de anarquistas que estuvieron en Génova en el G-8 quieren viajar al país para manifestar su solidaridad con la lucha de los palestinos.
En Ghilo los habitantes denuncian la lentitud de las autoridades en blindar ventanas de establecimientos bajo la mira palestina, mientras el alcalde de Jerusalén, Ehud Olmert, asegura que la respuesta del ejército al fuego de Beit Jala "será dura y es inminente". Mientras tanto, Beit Jala y Ghilo se preparan para nuevas noches de fuego.


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