Año CXXXIV
 Nº 49.206
Rosario,
domingo  12 de
agosto de 2001
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Entrevista. El líder montonero aseguró que la sociedad argentina vive en una burbuja
Firmenich: "No murieron los perejiles"
Calificó de "cínicos" a quienes lo acusan de haber sacrificado a sus compañeros en el 79

Juan Salinas

Mario Eduardo Firmenich vive desde hace un lustro en un pueblito de España. El ex líder de la mayor organización guerrillera urbana de Sudamérica de la década del 70 -hoy doctor en ciencias económicas- acaba de autopostularse como virtual candidato a la Presidencia por el renacido Movimiento Peronista Montonero (MPM). En una entrevista con La Capital, volvió a desestimar algunas de las graves acusaciones en su contra, dijo que desde hace 25 años la sociedad argentina vive en una burbuja y explicó que su sector asume la responsabilidad de proponer alternativas para el país porque "no vivimos de la nostalgia". "No somos ex montoneros -desafió-, seguimos siendo peronistas montoneros".
-¿Se ve como presidente en el 2003?
-Lo que planteamos es una alternativa moral, lejos de la tontería de Fulano 2003. El país está al borde de una hecatombe. Es una crisis sistémica que afecta la supervivencia de millones de personas y la de la Nación misma, y es imprescindible plantear una alternativa. Queremos ejercer el poder, no ser una fuerza testimonial. En Argentina cuesta tomar conciencia de lo que está pasando en el mundo porque desde hace 25 años se vive como adentro de una burbuja. La sociedad vive enclaustrada, agorafóbica, a causa del terror de la Triple A, de las patotas de la dictadura, la hiperinflación, el voto cuota, la amenaza permanente de la exclusión. Además, desgraciadamente, existe una amplia porción de un periodismo mercenario que estigmatiza a las personas y las pone fuera del sistema, y esto es una de las cosas que tenemos que cambiar si queremos una sociedad democrática. Hay que restablecer la más absoluta libertad de pensamiento, y derecho absoluto de cualquiera de opinar lo que quiera. Me refiero a toda esa gente que dice que yo soy el demonio y no se me puede dar un micrófono. Si fuera un demonio, que no lo soy, igual tendría derecho a tener micrófono.
-¿Qué tiene que ver el MPM de hoy con Montoneros de ayer?
-El hilo conductor entre los montoneros de ayer y de hoy es la ética en cuanto a la solidaridad y a la opción por los más pobres, a favor de la justicia social, de un mundo más justo y equitativo. El surgimiento de Montoneros se produjo en el contexto de un país fracturado en peronismo y antiperonismo, y el desafío es si Montoneros puede tener vigencia en un país distinto, supuestamente muy alejado de la dinámica peronismo-antiperonismo. Y digo supuestamente porque la ideología dominante en el país sigue siendo la del apartheid, donde un sector de la población puede participar y al otro se lo margina.
-Juan Gelman, que se fue de Montoneros en 1979, lo acusó de haber hecho un trato con el ex almirante Massera...
-La presunta entrevista con Massera no sólo es absolutamente falsa sino que además carece de cualquier lógica racional. Es curioso verificar cómo en Argentina se puede seguir diciendo una burda mentira, carente de cualquier asidero fáctico e inclusive lógico. Algo que ha sido reiteradamente desmentido tanto en los medios periodísticos como en sede judicial. Este tipo de reiteraciones de la mentira, como si nunca se hubiera aclarado nada, es uno de los rasgos de esquizofrenia política que vive el país, y subrayo la gravísima responsabilidad moral que tienen los militantes que fueron protagonistas de los hechos y, o bien se callan para pasar desapercibidos o mienten en público sin pudor.
-Gelman, (Rodolfo) Galimberti, (Miguel) Bonasso, entre otros ex montoneros, lo consideran el gran responsable de la "contraofensiva" en la que decenas de militantes murieron tras regresar clandestinamente al país luego del 79.
-El objetivo de la contraofensiva era desestabilizar a la dictadura en un momento en que se le acumulaban tensiones internas. Creíamos que así aceleraríamos su retirada y una convocatoria a elecciones. La decisión fue aprobada por absolutamente todos los dirigentes, Bonasso, Gelman y Galimberti incluidos. Comprendo y acepto que mucha gente piense que fue un error; incluso un error terrible, pero no puedo aceptar tantas mentiras. Es una fábula decir que murieron quinientos compañeros en aquella contraofensiva, como livianamente se dice, y más cínico aún decir que murieron "los perejiles" mientras se salvaban los jefes.
-¿A qué atribuye estas acusaciones?
-Lamentablemente, a un encierro enfermizo en el pasado, a la incapacidad de decir la verdad como acto de salud mental y espiritual, a la ausencia de honestidad intelectual para discutir políticamente. Formas todas de someterse a la hegemonía ideológica del establishment. La intención de estos ataques difamatorios es impedir que hablemos del presente y del futuro. Pero no los complaceremos. Como excluidos políticos que somos a través de toda esta infamia que sigue nutriendo la teoría de los dos demonios, nos rebelamos contra la proscripción de nuestra identidad política, contra la imposición de que solamente podamos hablar siempre de lo mismo, contra la pretensión de que nos tengamos que pasar la vida desmintiendo una y mil veces la misma infamia. Repudiamos a toda la clase política, incluyendo a sus personeros de la seudointelectualidad progresista, ex montoneros cuando les conviene, que no tienen la capacidad intelectual ni el coraje político de proponer absolutamente nada para superar el drama socioeconómico y político nacional que padece nuestro pueblo. También le digo que no lamentamos estropearles el negocio de ex montoneros. Nosotros no somos ex montoneros, seguimos siendo peronistas montoneros, y no vivimos en la nostalgia del pasado. Asumimos cabalmente la responsabilidad de proponer alternativas políticas para el futuro.
-¿Incluye a Rafael Bielsa entre los ex montoneros que critica?
-Para nada. Bielsa es una persona inteligente y ecuánime. En el contexto de los seudointelectuales que se desesperan por dejar constancia de que no están contaminados por el virus del demonio, la actitud de Rafael me merece más que respeto: me merece agradecimiento, y no sólo en términos personales. ¡Ojalá la Nación tuviera muchísimos funcionarios como él!
-¿Qué opina de Galimberti, que ahora es socio de Jorge Born?
-A principios de los 90 se derrumbaron los esquemas ideológicos sustentados en los 70, aquellos por los cuales mucha gente dio su vida, y se deslegitimó el Estado de bienestar cuando se desmoronaron los paradigmas, las ideologías, cada persona quedó a solas con su ética, con los valores con los que se formó. Personas como Galimberti, llegado el momento de la verdad, pusieron en evidencia que tienen una ética de trepadores.



"No somos ex montoneros, sino peronistas montoneros".
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