Año CXXXIV
 Nº 49.206
Rosario,
domingo  12 de
agosto de 2001
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Ex arzobispo está arrepentido de haberse casado y su mujer quiere dejarse morir
Emmanuel Milingo está en el Vaticano. Su esposa dijo que iniciará una huelga de hambre hasta la muerte

El controvertido ex arzobispo africano Emmanuel Milingo, quien se casó con una coreana en mayo último, está arrepentido y quiere volver a la plena comunión con la Iglesia Católica, dijeron fuentes del Vaticano, mientras su esposa María Sung amenaza con un "ayuno hasta la muerte" si no logra reunirse con su marido.
El rebelde ex obispo de Lusaka (Zambia), de 71 años, tras su sorpresiva reunión días pasados con el Papa Juan PabloII, no ha definido qué actitud tomará con respecto a su esposa María, una médica de 43 años, con quien se casó en Nueva York en una ceremonia colectiva de la secta Moon el 27 de mayo pasado.
Tras el escándalo que estalló en el Vaticano después de la boda, María llegó a Italia con su marido a quien -dijo- no logra ver desde el lunes y tampoco hablar desde el miércoles último.
Hasta anteayer la mujer mantuvo silencio pero ayer decidió romper la reserva y convocó a una conferencia de prensa en un hotel romano durante la cual leyó una declaración.
Sung leyó su declaración en italiano y, obligada por las lágrimas, hizo algunas pausas. La médica no hizo especial mención al hecho de que está casada con un obispo católico; sólo dijo que se trata de una "situación difícil" y expresó su plena confianza en Milingo. "Si la Iglesia no me permite ver a mi marido comenzaré a ayunar hasta que se lo permitan, si no es así moriré", advirtió con dramatismo Sung. Dijo que estuvo rezando y que hasta ahora se había quedado tranquila porque cree en su esposo.
"Si tienen respeto por los derechos humanos de mi marido y míos por favor ayúdennos", pidió a los periodistas, a quienes aseguró: "Amo a mi marido y él me ama; si es necesario estoy dispuesta a dar mi vida para encontrarlo".
Sung, que interrumpió emocionada la lectura de su declaración, abandonó de improviso la sala del hotel donde había convocado la conferencia de prensa y subió a un Mercedes Benz con el que se alejó del lugar para volver diez minutos después.
La mujer respondió entonces algunas preguntas de los periodistas pero se negó a aclarar si el matrimonio había sido registrado por civil en Estados Unidos y agregó "nos casamos frente a Dios y a la humanidad y todos saben que estamos casados".
En cuanto a un eventual arrepentimiento de la elección de marido hecha por Moon, respondió: "Debe responder el reverendo Moon", a cuya secta ella pertenece desde hace cinco años.
Según infidencias de algunos amigos del arzobispo emérito de Lusaka, la preferida del religioso era en realidad una japonesa más joven que María, pero la palabra final la tuvo Moon, quien se decidió por Sung.

El matrimonio se consumó
Sung sonrió cuando le preguntaron si el matrimonio había sido consumado. "Estamos casados y ustedes pueden imaginárselo, y si no pueden preguntarle a monseñor Milingo".
Por otra parte la mujer rehusó responder cuando le preguntaron qué hará si su marido la abandona. "Lo sigo esperando", dijo tras insistir en el hecho que Milingo no abandonó la Iglesia Católica, que se siente católico y que todas las mañanas celebra misa.
Los representantes de la Iglesia de la Unificación fundada por el reverendo Moon, Phillip Shanker y Antonio Ciacciarelli, dijeron por su parte que las modalidades del ayuno aún deben discutirse, que no está decidida la fecha de inicio y no excluyeron que se realice en la plaza San Pedro.



Milingo y Sun se casaron por el rito Moon.
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