Año CXXXIV
 Nº 49.190
Rosario,
viernes  03 de
agosto de 2001
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El legislador radical debió explicar las razones de su polémico viaje a España
Usandizaga pidió disculpas, pero también que lo dejen descansar
El Vasco tuvo que soportar los reproches de la gente por haber pegado un largo faltazo en el Senado

El senador nacional Horacio Usandizaga reapareció ayer a la mañana, pidió públicamente perdón por su ausencia en la Cámara alta cuando se trató la ley de ajuste fiscal y reclamó que lo dejen descansar luego de haber disfrutado de doce días de vacaciones en San Sebastián (España), la tierra de sus ancestros.
La figura de Usandizaga fue duramente cuestionada por sus pares radicales durante toda la semana pasada, cuando no respondió al desesperado llamado que hizo el gobierno para que sus senadores faciliten el tratamiento del ajuste, que ya contaba con media sanción de la Cámara de Diputados. Incluso, el presidente de la bancada oficialista, Raúl Galván, aludió a su persona en el recinto cuando se quejó de los "traidores que no están en sus bancas".
A medida que arreciaban las críticas y era intensamente reclamado por la prensa rosarina, Usandizaga seguía sin dar señales de vida. Finalmente, ayer se produjo el milagro. El periodista Pablo Procopio, alertado por el llamado de una oyente de Radio 2, lo abordó cerca del mediodía en un supermercado del microcentro.
El cronista fue guiado por un empleado del supermercado y encontró al Vasco comparando precios en una góndola, con un paquete de galletitas en la mano. El senador se mostró reacio a hablar y siguió su camino. Pero ante la insistencia del periodista, a Usandizaga no le quedó más remedio que acceder a contestar las preguntas, sin disimular un gesto de disgusto en su rostro cuando el periodista, hábilmente, le acercó el teléfono celular y le dijo: "Estamos en vivo".
"Ahora no quiero hablar, déjenme descansar. Llegué anteayer y es el primer día que pude hacer algo", comentó un tanto ofuscado, mientras la gente iba armando un círculo alrededor del periodista y del sorprendido entrevistado.
"¿Usted es consciente que faltó en un momento clave para el país?", fue la lacerante pregunta, a lo que Usandizaga respondió: "Yo no sabía que era un momento clave. Además, es usual que los legisladores nos tomemos unos días de vacaciones en coincidencia con el receso escolar y judicial". Usandizaga aseguró que el viaje a España lo tenía preparado desde hace tiempo y que estaban en conocimiento de ello los presidentes de las bancadas radical y peronista, además del titular de la Cámara alta, Mario Losada.
Usandizaga consideró como un imprevisto el hecho de que él haya estado ausente cuando se votó el paquete económico. "Fue un imponderable que se tuviera que tratar (la ley) justo cuando me tuve que ir", se excusó el senador, aunque remarcó con un "no sé" cuando se le preguntó qué actitud hubiera tomado si hubiera estado en el recinto: "Tengo que analizarlo porque no conozco el proyecto. No tenía estado parlamentario cuando me fui y en mi bloque tampoco sabían nada".
De todas formas, el Vasco mostró su desacuerdo con el recorte del 13 por ciento que aplicará el gobierno a los jubilados y empleados públicos. "Es una obviedad decir que hay que sacarle a los que más tienen", apuntó, y cuestionó la bondad que implica la promocionada ley de déficit cero: "¿Ahora dicen que no hay que gastar más de lo que ingresa? ¡Chocolate por la noticia! El presidente tendría que haber hecho eso hace 18 meses. ¿Qué esperó?, que se viniera el mundo encima para tomar esa medida. O acaso no sabía que el país estaba fundido ya en 1999".
Hasta ese momento de la conversación, Usandizaga parecía no estar dispuesto a reconocer el error del faltazo. Pero una mujer que seguía atentamente las argumentaciones del senador le reprochó en la cara la actitud que asumió. Fue entonces cuando el Vasco le prestó oídos al pueblo: "Está bien, pido disculpas públicamente por no haber estado. Pero me llamaron a España el sábado a las 17.30 diciéndome que tenía que estar el domingo al mediodía. ¡Cómo iba a hacer para llegar! Además, tenía entendido que se iba a tratar (la ley) el miércoles pasado".
Cuando parecía que ya se había liberado de la presión del cronista radial, irrumpió en el supermercado un veterano cronista de Canal 3, quien sorprendió a Usandizaga hurgando entre las cajas de leche. "¿Qué hacés acá?", inquirió el Vasco con los ojos desorbitados. "Vos sabés Horacio todas las cosas que se estuvieron hablando", le comentó el periodista. Despojado de todo academicismo, el senador espetó: "Han hablado al pedo (los periodistas), como siempre".
Mientras el legislador hacía esfuerzos por calmarse, una mujer le enrostró: "El señor Usandizaga no fue a votar. Le pagamos, para que vaya a votar y no para que venga al Coto". A su lado, un hombre también lo atacó. "Estos están en la joda".
Gritando "me echan de acá", el cronista y el camarógrafo abandonaron el supermercado obligados por personal del comercio. Esto no impidió que Usandizaga continuara despotricando -esta vez afuera del local-: "Soy un ser humano y no acepto que me agravien e insulten. Acá hay gente que lo votó a De la Rúa y antes a Menem. ¡O este quilombo que tenemos es por obra y gracia del Espíritu Santo!".
Para rematar, el senador destrozó la pretensión de De la Rúa de armar un gobierno de unidad nacional. "¿Un gobierno con Duhalde y De la Sota? Bueno... se van a juntar el hambre y las ganas de comer". Mientras se retiraba del súper, un taxista abrió la ventanilla del auto y comentó: "¡Cómo va a decir que quiere descansar! Tiene la cara de granito...".



Usandizaga faltó al Senado cuando se trató el ajuste.
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