Año CXXXIV
 Nº 49.194
Rosario,
martes  31 de
julio de 2001
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Proceso contra aerolíneas por el síndrome de la clase turista

La firma de abogados británica Collins Solicitors dijo que había iniciado un proceso judicial contra aerolíneas internacionales a favor de los pasajeros que sufrieron el síndrome de la clase turista, nombre con que se conoce a la formación de coágulos sanguíneos en vuelos prolongados.
Collins Solicitors representa a 30 pasajeros británicos y familiares de éstos que alegan que las líneas aéreas que los transportaron no los advirtieron lo suficiente sobre los peligros de la trombosis venosa profunda (TVP), que incluye el desarrollo de coágulos que pueden ser peligrosos al permanecer sentados en una posición durante largos períodos. Un tercio de los casos fue fatal.
"Estamos planeando enviar varias cartas de protocolo a las aerolíneas en nombre de los pasajeros", dijo Des Collins, uno de los socios principales de la firma.
"Dependiendo de la respuesta, probablemente se reducirán a cuatro demandas, de cuatro diferentes pasajeros de cuatro aerolíneas distintas", agregó Collins, quien añadió que las conversaciones informales con las aerolíneas no lograron un acuerdo este año, lo que hizo inevitable la acción legal.

Haciendo cola para el juicio
Si los casos tienen éxito, la compañía podría procesar 200 casos más. "Hay mucha gente que le gustaría presentar demandas", afirmó Collins, quien prefirió no mencionar el nombre de las compañías que estaban recibiendo cartas. Sin embargo, se supo que la más importante de Gran Bretaña, British Airways (BA), se perfila entre ellas.
"Estudiaremos el documento legal en detalle una vez que la recibamos", dijo un portavoz de la aerolínea y aseguró que no es cierto que su empresa no alerte a los pasajeros sobre el riesgo de la formación de coágulos. "Damos avisos de salud a nuestros pasajeros por medio de información en la cubierta de los pasajes, Internet, videos a bordo, a través del altoparlante y en las revistas de vuelo", comentó.
La acción sigue a la acción de una firma legal australiana que presentó a principios de este mes varias demandas contra la KLM de Holanda, la Qantas de Australia y la BA, así como en contra de Casa, el organismo de seguridad aérea de Australia.
La BA y la KLM han dicho que no hay prueba concluyente que vincule la formación de coágulos sanguíneos con los viajes aéreos prolongados. Sin embargo, lo cierto es que el síndrome de la clase turista apareció en octubre del año pasado en los titulares de Gran Bretaña cuando la británica Emma Christoffersen, de 28 años, murió al llegar a Gran Bretaña en un largo vuelo procedente de Australia.


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