Año CXXXIV
 Nº 49.192
Rosario,
domingo  29 de
julio de 2001
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Un hombre con garra. ¿Su fórmula? Voluntad, medicación, dieta y ejercicios
Llegó a pesar 220 kilos y ya bajó 61 en sólo 7 meses a puro esfuerzo y disciplina
Hasta hace poco, Máximo Garcano (46) no podía bañarse solo ni caminar sin bastones. Dice que volvió a vivir

Laura Vilche

Se levanta, hace algunas cosas en su casa, se calza el jogging y pedalea su bicicleta hasta el gimnasio. Allí, por el lapso de una hora, hará pesas. Sobre el mediodía tomará el mando en la cocina y comenzará a preparar un guiso de lentejas light para toda la familia. La rutina podría parecer más que simple y cotidiana si no fuera porque el que la ejecuta es Máximo Garcano, un hombre de 46 años, padre de Lucía (14) y Raquel (13), que desde el mes de enero a estos días bajó 61 kilos a puro esfuerzo y disciplina. Llegó a pesar 220 kilos y atravesó el estado crítico de no poder bañarse solo ni caminar sin bastones. Hoy dice que es un hombre que volvió a vivir y apuesta a la meta de que el verano próximo lo encuentre con 98 kilos. "Recuperé la alegría, mi libido. Ya no me avergüenza salir de casa, hago gimnasia y natación y hasta me compré ropa", comenta, antes de expresar dos de sus más ambiciosos proyectos: "Quiero reinsertarme en la sociedad y trabajar".
La historia pública de Máximo comenzó el 22 de enero de este año, cuando La Capital publicó su testimonio en la sección Cartas de Lectores. En esa oportunidad se definía como un enfermo que padecía de obesidad mórbida (ver aparte). "Tengo 45 años y casi 220 kilos de peso y de tristeza", contaba Máximo entonces, antes de enumerar un sinnúmero de enfermedades derivadas de su sobrepeso. En la nota hacía mención a la crítica situación económica que vivía junto a su mujer y sus dos hijas, y pedía que algún funcionario o persona lo ayudara a mejorar su calidad de vida.
La respuesta no se hizo esperar. "Desde un laboratorio se comunicaron conmigo y me brindaron gratuitamente la medicación", contó.
Pero como para Máximo hubo varios motores que lo ayudaron a salir de esa traumática situación no se olvidó de agradecer y hablar de sus vecinos, amigos y gente de la iglesia (Evangélica Nazareno). "Ellos me ayudan económicamente para que pueda llevar adelante mi dieta, ir al gimnasio y a natación, tres veces por semana, donde ya logré hacer 23 piletas", comentó.

Un entorno reducido
El miércoles pasado este diario publicó la segunda carta de Máximo. Esta vez el panorama era visiblemente más optimista. "Llevo 7 meses de régimen estricto, pero agradable y con una medicación programada. Reduje mi entorno en 40 centímetros", decía la misiva.
Y la carta trasmitía fielmente el cambio físico y anímico de Máximo. "Atrás quedaron las noches en que viendo televisión me bajaba un kilo de pan, o los días en que no podía subirme solo al colectivo o ponerme las medias", relataba. "Hoy no como nada de grasas, embutidos, ni fritos. Me hago la panificación yo mismo, con harina integral y salvado, tomo entre 3 y 4 litros de líquido y comencé a realizar actividad física, algo que nunca había practicado", agrega Máximo.
Dijo también que su obesidad comenzó a acrecentarse, casi sin límites, hace ya unos 20 años, cuando fallecieron sus padres y lo echaron de la fábrica en la que trabajaba. En los años posteriores fue cocinero, lavacopas y enfermero, pero la cosa se complicó. "En distintos ámbitos laborales comenzaron a considerarme personal de alto riesgo y con el tiempo me convertí en un desocupado más", contó.
El momento límite lo vivió durante las últimas fiestas, cuando le dijeron que no era posible realizarle una cirugía conocida como banda gástrica porque corría riesgos su corazón. "No tenía ánimos de festejar y lloraba todo el tiempo, entonces decidí comenzar la dieta por mi cuenta. A los pocos días comencé a tomar las pastillas que me ofreció el laboratorio. El primer mes bajé 12 kilos y durante los meses siguientes rebajé un promedio de 5 kilos por días", dijo Máximo.
Su meta es llegar a pesar 98 kilos el próximo verano. Y por las pilas con que se lo ve, nada hace suponer que no llegará a lograrlo.



Cada día Máximo suma ejercicios para restarse peso.
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