Una secta quiere clonar a un niño que ha fallecido

La joven Marina Boisselier, 22 años, estudiante en Versalles, es la muchacha elegida por la secta de los raelianos para la primer clonación de un niño fallecido. El artífice de la iniciativa es Rael, líder del grupo definido como "secta extraterrestre". "La secta quiere demostrar que la humanidad es inmortal", escribió el diario alemán Bild y explicó el modo en que la joven se convertirá en la primera mamá clon. Brigitte Boisselier, madre de Marina, será la encargada de supervisar y llevar a delante la operación, experta en química y llamada "obispo" por la secta que cuenta con 55.000 adeptos. "Nosotros consideramos a la muerte regresiva. Sabremos cómo se vuelve inmortal", dijo Marina. "Se trata de un niño muerto a los diez meses", contó Marina. "Mi mamá y yo lo restituiremos a los padres", precisó.
Un núcleo de célula de ADN del niño fallecido será inyectado en una célula de óvulo que será, a su vez, insertada en el útero de Marina, donde se desarrollará el embrión. "Ofrezco como regalo este embarazo a la humanidad entera", dijo la muchacha.