Año CXXXIV
 Nº 49.188
Rosario,
miércoles  25 de
julio de 2001
Min 4º
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Editorial
Las dos caras de la moneda

En su tapa de la edición de ayer, La Capital daba cuenta de dos hechos -el uno, atípico; el otro, tristemente normal- que reflejan con precisión cuáles son los ejes de la polémica en torno de la controvertida cuestión docente en esta Argentina golpeada por la crisis. El primero era la notable concurrencia de maestros en la jornada sobre violencia en las escuelas que se realizó en el teatro El Círculo, en plenas vacaciones de invierno; el otro, la decisión de los universitarios de no iniciar el segundo cuatrimestre de clases, en protesta por el recorte salarial recientemente definido.
En ambos casos, debe visualizarse el contexto en que los sucesos se producen. La dramática situación del país, al borde de la cesación de pagos y víctima de una desconfianza internacional que provocó la virtual decisión de no hacerle más préstamos, desembocó recientemente en la drástica medida de ajustar sueldos y jubilaciones en un porcentaje del trece por ciento, con un piso de quinientos pesos que se elevaría hasta los mil, según lo asegura el gobierno. La consigna que se baja para justificar tamaño esfuerzo obligatorio de la gente es clara: "Vivir con lo nuestro". Es decir, pagar con lo que se recaude, y sólo con eso. Basta de apelar al crédito tomado a tasas usurarias para cerrar heridas provocadas por la propia irresponsabilidad. Parece que el Estado no escapará, esta vez, de la camisa de fuerza cuyos efectos ya sufrió el sector privado. Y no existen más argumentos que, a esta altura, permitan que zafe. Al menos, si es que el país no intenta cometer suicidio (posibilidad que todavía, por cierto, no se encuentra del todo descartada).
Y en ese marco es que los docentes universitarios optan por expresar su disgusto por medio de la parálisis de actividades. La medida, reiterada hasta el hartazgo, ya ni siquiera llega a rozar la epidermis de la sociedad. ¿Paro en la Universidad? Rutina pura. ¿Quién se conmueve? ¿Cuántos lo registran?
Por tal razón, ya es hora de dar seriamente el debate sobre qué Universidad se pretende para la Argentina. Tal como están las cosas, difícilmente puedan seguir su curso hacia adelante. En la UNR, el rector Ricardo Suárez dio una clase de desaliento: "Creo que vamos a llegar a fin de año", dijo.
En el otro extremo del arco, resultó saludable la masiva convocatoria de maestros registrada en el teatro El Círculo, donde se realizaron las Jornadas de Análisis y Reflexión sobre la Prevención de la Violencia en las Escuelas, que organizó el Ministerio de Educación santafesino. Es que así quedó demostrado que, pese a lo duro de la situación, los docentes de la provincia no vacilan en capacitarse.
Dos actitudes, acaso, paradigmáticas; dos comportamientos que dibujan certeramente los caminos que pueden elegirse en este difícil momento que vive la República. No caben dudas de que a través de disyuntivas semejantes se jugará, en los años siguientes, el futuro de la Argentina.


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