Año CXXXIV
 Nº 49.188
Rosario,
miércoles  25 de
julio de 2001
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Enfisema pulmonar: el mal de los fumadores
Un quinto de los adictos al tabaco terminan desarrollando la afección respiratoria

Aunque el cáncer de pulmón suele aparecer como el peor horizonte posible de los fumadores empedernidos, otra afección respiratoria -el enfisema pulmonar- tiene un impacto mucho mayor sobre la salud de los adictos al tabaco.
"Alrededor de un quinto de los fumadores termina desarrollando enfisema; en cambio, la proporción que sufre tumores de pulmón es bastante menor", resalta Jorge Cáneva, jefe de neumonología de la Fundación Favaloro, en Buenos Aires.
El enfisema se caracteriza por la destrucción de los septos o tabiques que mantienen separados a los sacos de aire del pulmón (alvéolos). Este fenómeno también conduce a que colapsen las fibras que -como tensores de una carpa de circo- mantienen abierto a los bronquiolos.
"El paciente inspira aire pero no puede exhalar todo lo que inhala", comenta Cáneva. "Por eso puede terminar requiriendo un tanque de oxígeno para respirar, una cirugía o eventualmente un trasplante de pulmón".

Riesgos del consumo sostenido
La relación del tabaco con el enfisema es aún más estrecha que la existente con el cáncer de pulmón: se calcula que hasta el 97% de los casos tiene relación directa con el consumo sostenido de cigarrillos.
"Los pacientes en mayor riesgo son aquellos que fumaron alrededor de un atado diario durante un mínimo de 10 a 15 años", subraya Cáneva. "Pero las primeras manifestaciones clínicas (disnea o falta de aire ante esfuerzos leves) suelen aparecer después de las tres décadas de fumar, hacia los 55 años de edad". tóxicos del cigarrillo afectan la función de una proteína (antielastasa) que evita que se vayan destruyendo las fibras de los septos pulmonares.
Muchas veces el enfisema se asocia en menor o mayor medida con la bronquitis crónica (inflamación de la mucosa bronquial), cuyos síntomas principales son tos persistente y expectoración. En esos casos la afección suele complicarse con infecciones respiratorias, hipertensión pulmonar, distensión del abdomen (ascitis) e hinchazón de las piernas. Ambos cuadros, enfisema y bronquitis crónica, componen lo que los médicos denominan enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Matías Loewy


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