Año CXXXIV
 Nº 49.187
Rosario,
martes  24 de
julio de 2001
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El gobierno colombiano y las Farc revelan propuestas de alto el fuego
Las negociaciones que se mantienen desde julio de 2000 eran secretas pero la guerrilla filtró información

Bogotá.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el gobierno hicieron públicas las propuestas de cese del fuego y hostilidades que vienen estudiando desde julio de 2000. Las partes coinciden en el carácter bilateral de la tregua, pero difieren en cuanto a los mecanismos de verificación y la situación de la población en medio de este conflicto de casi cuatro décadas.
El gobierno se declaró dispuesto a avanzar con la mayor rapidez posible, serenidad y firmeza necesarias en la discusión del cese del fuego y hostilidades, con el propósito de obtener "un buen acuerdo conveniente para todo el país", según afirmó el Alto Comisionado para la Paz, Camilo Gómez, al dar a conocer la propuesta del gobierno.
La iniciativa gubernamental se conoció horas después de que los insurgentes revelara a la prensa su propuesta sobre la materia, desconociendo el pacto de confidencialidad suscripto con el Ejecutivo hace más de un año, cuando las partes intercambiaron en sobre sellado sus respectivas fórmulas.
Gómez lamentó que el grupo insurgente haya decidido de manera unilateral "romper el acuerdo de confidencialidad" y reiteró que, en lo que corresponde al Ejecutivo, las discusiones sobre el proceso se realizarán de forma transparente.
La principal guerrilla del país plantea que el cese del fuego y de las hostilidades debe ser bilateral, y que el mismo debe incluir a los grupos paramilitares de extrema derecha, por considerar que "ésta es una fuerza auxiliar del Estado". Además las Farc advierten que la tregua no impide que se "ejerza el derecho de defensa ante ataques enemigos", al tiempo que propone la conformación de un comité de verificación nacional que estaría integrado por miembros de ambas partes.
Los rebeldes proponen que además del ejército, la tregua se extienda a otros cuerpos de seguridad como las unidades judiciales, de investigación y de inteligencia de la Policía Nacional y la Fiscalía. También piden "el desmonte del paramilitarismo estatal". En Colombia actúan por lo menos 72 "frentes" o unidades autónomas de las Farc.
El gobierno indica que para la aplicación del cese del fuego tienen que tomarse en cuenta la existencia de otras guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y grupos de delincuentes que pueden obstaculizarlo. La fuerza pública debería actuar para mantener la vigencia del acuerdo.
"El país debe estar tranquilo que no vamos a pactar un cese del fuego a las carreras y sobre todo en la medida que este pueda generar ventajas militares para la guerrilla", aseveró Camilo Gómez.
En caso de aplicarse la tregua, las Farc proponen que cada fuerza se mantendría en el sitio que ocupe al momento de firmar el pacto, pero siempre podrían ejercer el derecho a la defensa propia. El gobierno sugiere que los guerrilleros concentren sus fuerzas en un "área de reconciliación" para que sea sometida a la verificación de un comité internacional. En este punto, los rebeldes difieren y proponen crear una comisión de verificación nacional con miembros designados por el gobierno y la guerrilla.
Sobre el cese de hostilidades, que define la situación de la población civil, hay serias diferencias entre las partes. Los rebeldes proponen depurar las fuerzas armadas de miembros que tengan nexos con las autodefensas y procesar a quienes los financian. También, que no se repriman las protestas sociales y que se revoquen las medidas económicas "neoliberales".
Asimismo, piden poner fin a las extradiciones, castigar a funcionarios públicos involucrados en corrupción y concertar pactos con las comunidades para la erradicación manual de cultivos ilícitos. Gómez criticó a las Farc por no mencionar el fin de los secuestros, las extorsiones, amenazas a civiles y daños a la infraestructura económica del país, premisas del cese de hostilidades.
"Nadie entendería que se acuartele la fuerza pública en un cese del fuego y que las Farc pudieran seguir atacando a la población civil con actos tales como la extorsión, el secuestro o la voladura de infraestructura", expresó Gómez.
El gobierno se mostró molesto por la revelación por parte de las Farc de las propuestas de cese al fuego y de hostilidades, ya que por la naturaleza delicada del tema había un compromiso desde julio de 2000, cuando fueron intercambiadas, para no divulgarlas al público.


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