Año CXXXIV
 Nº 49.184
Rosario,
domingo  22 de
julio de 2001
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Cumbre de los Ocho. Más de 220 heridos por los enfrentamientos
Incendios y más actos de vandalismo de los grupos antiglobalización en Génova
Entre nubes de gas lacrimógeno, la ciudad portuaria volvió a ofrecer imágenes devastadoras de la violencia

Génova. - Los líderes del Grupo de los Ocho (G-8) prosiguieron ayer con su asediada cumbre, ignorando pedidos de cancelarla, 24 horas tras la muerte de un manifestante italiano durante violentas protestas contra la globalización. Fuera de la llamada "zona roja", donde sesionan los líderes mundiales, miles de manifestantes, muchos de ellos armados con cascos y palos, volvieron a tomar las calles contra lo que denominan el club de hombres ricos, a los que culpan de la pobreza mundial.
Más de 220 heridos, entre ellos al menos 70 policías, es el saldo que dejan hasta el momento los enfrentamientos entre manifestantes y la policía. ras largas horas de batallas callejeras, otros barrios de la ciudad portuaria italiana volvieron a ofrecer imágenes devastadoras. Militantes anarquistas incendiaron automóviles y destruyeron comercios, de uno salían llamas. En especial la zona situada alrededor del puerto permaneció durante horas envuelta en una espesa nube de humo provocada por gases lacrimógenos. En un principio, los anarquistas actuaron desde el centro de una demostración pacífica.
Entre 100.000 y 150.000 manifestantes antiglobalización salieron a las calles. Hasta el momento, la de Génova es la demostración más grande contra una cumbre de los G-8. Decenas de manifestantes fueron arrestados. Algunos enfrentarían cargos por intento de homicidio.
Enardecidos por la muerte de un manifestante, baleado el viernes, numerosos inconformes enmascarados arrancaron piedras del pavimento para arrojarlas contra los policías antimotines, a quienes gritaban: "asesinos". Al igual que el viernes, los enfrentamientos se diseminaron en el centro de Génova, una franja estrecha de tierra entre las montañas y el Mediterráneo. Sin embargo, muchos de los combates de ayer tuvieron lugar lejos del centro medieval de la ciudad donde se reunían los jefes de Estado o gobierno de EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia.
Nubes de gases lacrimógenos se levantaban mientras la policía se enfrentaba a un grupo de militantes que se separó de una manifestación pacífica conformada por unas 100.000 personas. Los enfrentamientos estallaron inicialmente en una plaza junto al mar, a unos metros de los bañistas genoveses. Continuaron en una intersección céntrica, a unos dos kilómetros de la sede principal de la cumbre.

Ayuda para la limpieza
Los manifestantes violentos destrozaron ventanas, incendiaron automóviles y encendieron fogatas, dejando partes de la ciudad tan dañadas que el primer ministro Silvio Berlusconi se reunió con las autoridades locales y les prometió ayuda para limpieza y restauración.
Mientras la policía se enfrentaba con los manifestantes, miles de inconformes no violentos quedaron entre las escalinatas donde se agrupaban los combatientes, y buscaron huir rápidamente por algunas callejuelas. Algunos no lo lograron y fueron golpeados. A diferencia de lo ocurrido el viernes, los cuerpos policiales incluyeron un grupo de agentes vestidos de civil, quienes se infiltraron inicialmente entre la multitud y entraron en acción cuando empezaron los enfrentamientos. Lejos de los disturbios estaban los carabinieri, la fuerza policial acusada por los manifestantes de matar a un joven el viernes.
En diversos países europeos se realizaron ayer marchas de repudio por la muerte del joven manifestante. También en Nápoles grupos de jóvenes participaron en una manifestación ante la sede de la prefectura para protestar contra la muerte de Giuliani. En España se celebraron dos manifestaciones contra las "actuales reglas de la globalización" y el asesinato.



Gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
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