Año CXXXIV
 Nº 49.184
Rosario,
domingo  22 de
julio de 2001
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Nunca se fue
El Gordo Palma vuelve a Central Córdoba en un momento crítico

Gustavo Conti

Es lógico que en los peores momentos, cuando todos los sostenes parecen caerse, aparezcan los que son verdaderamente de fierro. Por eso no es extraño que al barco a punto de naufragar en que se ha transformado de la noche a la mañana Central Córdoba, llegue otra vez Ricardo Palma para darle una mano, al menos en lo que a su actividad le compete: la organización y conducción del fútbol. Con sólo 9 profesionales (de los cuales 1 está a punto de irse a Ecuador y otros cuatro son de primer contrato) y unos pocos pibes de inferiores, el Gordo motorizará la actividad deportiva para que los dirigentes puedan encausar la económica, tras la caída del convenio con Soccer. Un desafío de los bravos, con un torneo a punto de empezar, con uno de los peores promedios y un plantel que no entrenó en toda la semana por falta de pago.
En ese contexto, Palma dio el "sí" al desesperado pedido del presidente Eduardo Bulfoni para ser nuevamente el técnico charrúa. "Esto lo hago a puro corazón. Me revuelve ver que haya muchos buitres dispuestos a aprovecharse del mal momento de Central Córdoba, cuando en realidad hay gente que quiere al club y que tiene que acercarse en este momento. Esto es así, o lo querés con el corazón o lo querés con el bolsillo, y los que le damos una mano son los que lo queremos de corazón".
El Gordo explicó que "no hablamos de contrato o de plata", con Bulfoni. "Está claro que uno cuando trabaja quiere que le paguen pero si no le ponemos el hombro hoy a Córdoba no hay forma de que salga adelante. Por eso puse al cuerpo técnico, que está de acuerdo conmigo, a disposición del club".
El profesor Luis Del Ré como preparador físico, y Marcelo Geralnik y Rodrigo Palma como sus ayudantes en la preparación de arqueros, serán sus colaboradores. El Gordo y ellos serán presentados hoy a las 10 en el Gabino.
Palma explicó que "era fundamental poner en marcha la fábrica, porque Córdoba es fútbol y si eso no funciona, hay que cerrarlo". El Gordo recordó que "tomé dos veces al equipo, en el 82 y en el 95, con el descenso en la puerta y lo hemos sacado adelante. Pero está claro que esto es muy distinto porque ni siquiera hay plantel ni plata. El problema es caótico y todo indica que será muy difícil salvarse. Pero acá no importa mi prestigio ni otra cosa, es hora de poner el hombro todos. A los dirigentes que se fueron, a los hinchas, a los socios, todos deben apoyar ahora más que nunca y olvidar las diferencias, sino hasta es imposible pensar que Córdoba pueda terminar el torneo. Así como dí yo el primer paso, otros deben hacerlo".
El flamante técnico no quiso opinar de la situación de las inferiores porque "uno estuvo afuera. Lo que analizo es que en los últimos tiempos no han salido jugadores como cuando yo estaba, pero vamos a ver qué pasa y cuál es la gente que se ocupará del tema", descartando que haya dialogado sobre el particular con Jorge Forgués tras la renuncia de Ameli.
Sabe que no hay tiempo, ni recursos monetarios o futbolísticos. Pero a partir de hoy, Palma decidió darle aire a Córdoba para que pueda reaccionar. Vendrán días de búsqueda frenética de jugadores, de empresarios que solventen la estructura, de muchos llamados telefónicos. Apenas es el comienzo del tiempo que todos los charrúas esperan sea de resurrección.



Palma comandará un plantel diezmado.
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