Año CXXXIV
 Nº 49.184
Rosario,
sábado  21 de
julio de 2001
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A seis semanas de su operación, De la Rúa se sometió a un chequeo de rutina
El presidente no tiene aterosclerosis, asegura su equipo de médicos
Evoluciona perfectamente de la angioplastia y ya superó el neumotórax que lo aquejó antes de asumir

El estado de salud del presidente Fernando de la Rúa evolucionó "perfectamente" y tuvo "una mejoría muy notable" luego de seis semanas de haber sido sometido a una angioplastia, aseguraron ayer sus médicos luego de un examen de rutina al que fue sometido el jefe del Estado.
"Me han hecho andar en bicicleta y me han sacado unas fotografías. Los médicos están contentos porque está todo muy bien, y me voy ahora a trabajar", dijo de la Rúa al dejar el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, donde en la mañana de ayer se le realizó el estudio que se prolongó durante tres horas.
El director de la clínica, Jorge Belardi, informó que De la Rúa ya superó el neumotórax que lo afectó en diciembre de 1999 (días antes de asumir la primera magistratura) y -ante una pregunta de los periodistas presentes- aseguró que el jefe del Estado "no tiene aterosclerosis".
La afirmación de Belardi -ratificada por su colega Cristian López Saubidet- no carece de efecto político. Semanas atrás el ministro de Salud y amigo personal del presidente, Héctor Lombardo, armó un revuelo mayúsculo cuando admitió públicamente que De la Rúa padecía aterosclerosis.
"Todo esto derivó de una información dada por otro médico (Lombardo) a una radio. El presidente no tiene esa enfermedad (aterosclerosis)", subrayó López Saubidet.
De la Rúa llegó poco antes de las nueve a la clínica porteña del barrio de Belgrano para someterse al chequeo que debía realizarse hace quince días pero debió postergar a causa de la grave crisis política que le demandó una intensa actividad.
El examen, que no requiere anestesia, se denomina "perfusión miocárdica con cámara gamma", y consiste en inyectar un líquido de contraste en el cuerpo del paciente para luego verificar la irrigación de diversas zonas del corazón.
El estudio, que incluyó el testeo cardíaco bajo esfuerzo (ergometría), radiografías y análisis clínicos, sin recurrir a técnicas invasivas, arrojó un "balance muy favorable", ya que determinó "una irrigación excelente" del corazón del primer mandatario, dijo Belardi.
Posteriormente, se dio a conocer un parte médico que señala que "la evaluación clínica y cardiológica realizada al presidente muestra una evolución muy satisfactoria". Luego añade que se halló "una mejoría muy notable en la perfusión (irrigación) miocárdica con respecto al estudio anterior, que había motivado la coronariografía", y que también "se evaluó su pulmón por su anterior neumotórax, con una nueva radiografía de tórax, que fue normal".
"El presidente sólo continuará con su tratamiento médico instituido, debiendo cumplir con los controles habituales a los tres y seis meses postangioplastia", expresa el informe médico.
En conferencia de prensa, López Saubidet indicó que "el presidente puede tener una vida absolutamente normal, tanto en lo físico y en lo laboral, y de hecho así la hace, y en lugar de reposo tiene que practicar ejercicio, que también hace todas las mañanas".
Con respecto del tratamiento que debe seguir, precisó que "estos pacientes no deben fumar, y el presidente no fuma; hacer una dieta baja en grasas animales, que el presidente está cumpliendo, y tomar su medicación habitual".
De la Rúa llegó en ayunas a la clínica, donde luego de los primeros estudios se le sirvió un té con facturas. "Está muy rico", dicen los voceros que agradeció el presidente.



El presidente fue a la clínica para hacerse "fotografías".
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