Alvaro Torriglia
El año pasado se lanzaron 300 productos nuevos en base a soja. Así lo aseguró Doug Magnus, presidente de la United Soybean Board (USB), la entidad conformada por los productores sojeros norteamericanos para investigar y promocionar nuevos usos de la oleaginosa. Magnus, que esta semana se reunió con el gobernador Carlos Reutemann y con el vice Marcelo Muniagurria, representa a 700 mil agricultores de su país. Desde la conducción de la USB, brazo "científico y de negocios" de la poderosa Asociación Americana de Soja, administra casi 80 millones de dólares anuales, que son volcados a programas de desarrollo de nuevos productos. Desde su punto de vista, la creación de nuevos segmentos de consumo es el camino para que los tres principales oferentes mundiales de soja y subproductos, Estados Unidos, Brasil y Argentina, "trabajen en conjunto en lugar de tratar de desplazarse del mercado". El biodiesel, que la entidad que preside investiga y promociona desde hace diez años, es a su juicio "el principal desarrollo nuevo para este producto". El otro punto de acción conjunta, señaló, "es el apoyo a la biotecnología, donde hay que vencer la resistencia de los europeos".
-¿Cuál es su agenda de trabajo en Argentina?
-Nuestra organización tiene en claro que hay trabajar en el desarrollo de nuevos mercados para este producto, y tenemos en ese sentido un amplio campo de trabajo y cooperación con los otros países que son potencia en esta producción, como Brasil y Argentina. Con el vicegobernador de Santa Fe venimos trabajando mucho desde hace muchos años y quisimos hablar ahora con el gobernador Reutemann, que además de un político es un agricultor, por lo cual hablamos el mismo idioma. Además nos reunimos con el embajador de EEUU en Argentina y con el secretario de Agricultura, Marcelo Regúnaga.
-¿El biodiesel es el principal mercado alternativo para la soja?
-Es el mejor uso nuevo que se le puede dar a la soja. Crear nuevos mercados es fundamental, sobre todo para un país como Argentina que exporta el 95% de la producción, lo cual la vuelve muy dependiente del precio internacional. En Estados Unidos la situación es distinta porque tenemos el mayor mercado doméstico del mundo. Los mayores compradores de soja son nuestros propios productores de carne y pollo.
-¿En qué grado de desarrollo están las investigaciones sobre biodiesel en EEUU?
-Durante diez años hemos hecho las investigaciones para probar el biodiesel y tenemos la aprobación del gobierno, que dice que es un producto que puede reemplazar el petróleo. El Usda tiene disponible fondos para desarrollar la infraestructura no sólo de biodiesel sino también de etanol, y ahora están investigando el sistema de impuestos para ver cómo estimular estos combustibles ya que está reconocido que el biodiesel tiene enormes beneficios para el medio ambiente.
-¿Pero se usa?
-Actualmente la producción es de 20 millones de galones pero pensamos que va a crecer muy rápido ahora que fue aprobada por el gobierno. Además, el pecio del petróleo subió mucho en Estados Unidos y, por otro lado, tenemos un récord en la producción de soja y leyes muy estrictas sobre medio ambiente. El biodiesel es la mejor alternativa.
-¿Los números cierran sin subsidios?
-Ahora está un poco más alto que el pecio del petróleo. Es una diferencia de 2 o 3 centavos. En Argentina el precio del petróleo es mucho más alto, por lo que tiene más sentido utilizar biodiesel.
-Los productores sudamericanos de soja ven a los farmers como competidores que incluso apelan a los subsidios para desplazarlos del mercado. ¿Es posible en este marco una cooperación?
-El negocio mundial de la soja es como una torta y la oferta está en manos de tres países: Estados Unidos, Brasil y Argentina. Uno se equivoca si intenta quitar una parte a los otros. Lo que hay que hacer es ampliar el mercado, en lugar de estar luchando entre nosotros. Al final del día, Argentina, EEUU y Brasil tienen una cosa en común: producen mucha soja. Entonces hay que trabajar para ampliar la torta. El biodiesel es una posibilidad muy grade, como las comidas de soja. El año pasado salieron al mercado 300 productos alimenticios con la soja. Para los países con problemas económicos, la soja es una buena fuente de proteínas en reemplazo de la carne, que es más cara. Nosotros tenemos proyectos de diversificación en India y Africa.
-¿En qué otras áreas puede haber un frente común de productores mundiales?
-El otro punto de trabajo es la biotecnología. Estimamos que en Estados Unidos la superficie sembrada con soja transgénica llegará al 75%. En Argentina ese nivel es del 95%. Es muy importante vencer la resistencia de los europeos, donde los consumidores están atemorizados porque sus gobiernos no les han dicho toda la verdad. Tenemos que trabajar juntos con Argentina en la cuestión de biotecnología. Es muy importante para los agricultores de ambos países. Debemos ir a Europa para darle información a los gobiernos y a los consumidores. Acá funciona el grupo BIO y en EEUU, la USB representa a los productores que impulsan esta herramienta.
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Doug Magnus, presidente de la United Soybean Board. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
