Año CXXXIV
 Nº 49.167
Rosario,
miércoles  04 de
julio de 2001
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Conclusiones del Congreso de Oncología Clínica
Nuevo arsenal anticáncer
Los últimos fármacos enfrentan los primeros estadíos de la enfermedad y atacan selectivamente el tumor

Drogas apoptóticas, vacunas, anticuerpos monoclonales y medicamentos antiagiogénicos integran el nuevo arsenal médico provisto por la ciencia para el tratamiento del cáncer. Los fármacos de la "nueva generación" se caracterizan por ser más inocuos, selectivos y capaces de enfrentar los primeros estadios de la enfermedad.
Estos y otros tratamientos fueron presentados en el marco del XV Congreso de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, que culminó el 24 de junio pasado en Buenos Aires. La revolución tecnológica orientada al tratamiento de la enfermedad alienta nuevas esperanzas en torno a la cura o atenuación de algunos cánceres.
Entre las novedades presentadas por profesionales nacionales e internacionales, figuraron los medicamentos que atacan el proceso cancerígeno, en las primeras fases. Entre ellos se cuentan las drogas apoptóticas, que obligan a las células tumorales a "suicidarse"; las vacunas que actúan sobre el sistema inmune del enfermo; los anticuerpos monoclonales que atacan selectivamente al tumor y perdonan el tejido sano; y los medicamentos antiagiogénicos que estrangulan el tumor impidiéndole la llegada de sangre con oxígeno y nutrientes.
Del congreso participaron especialistas de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (Asco) y de su contraparte europea (Esmo), entre otros invitados especiales.

Preparaciones magistrales
Los especialistas extranjeros Herbert Pinedo (Universidad Libre de Amsterdam) y James Young (Memorial Sloan Kettering Cancer Center, Nueva York), anunciaron que en pocos años la vacunación antitumoral se convertirá en un hecho común en cualquier hospital. Muchas tendrán como base las llamadas células dendríticas, y probablemente sus blancos iniciales serán los cánceres de colon, próstata, riñón y el melanoma (cáncer de piel).
"Se trata de vacunas terapéuticas con preparaciones magistrales elaboradas en forma artesanal a partir de las células tumorales de cada paciente", dijo Pinedo.
Otra de las novedades del congreso fueron los anticuerpos monoclonales, derivados del invento que le valió el Nobel al argentino César Milstein. El doctor Emil Frei, del Dana Farber Cancer Institute de Boston, definió a los anticuerpos monoclonales como "toxinas o sustancias radioactivas unidas a un anticuerpo capaz de navegar por el torrente sanguíneo como un misil antiaéreo en busca de su presa específica (la célula tumoral), reconocerla selectivamente entre millones de blancos parecidos, pegársele encima y destruirla sin afectar al tejido sano".
Varios monoclonales ya han sido licenciados y están en el mercado, como el Rituxan contra linfomas "no Hodgkin" o el Herceptin contra el cáncer mamario.

Factores anticrecimiento
Respecto de los factores anticrecimiento, el doctor Frei se refirió a las nuevas drogas bloqueantes del sistema interno de señales que "cancerizan" las células sanas. "Estas traban los mecanismos químicos que generan la enfermedad, y la debilitan tanto, que los medios convencionales como la quimioterapia, pueden rematarla", dijo el especialista.
Estos tratamientos pretenden transformar el cáncer en una enfermedad crónica y manejable. No se trata de una preparación magistral. Al respecto existe importante experiencia clínica con drogas licenciadas como el Gleevec.
El cambio tecnológico en oncología llegó también al instrumental quirúrgico. El doctor Steve Curley, del MD Anderson Cancer Center de Houston, sustituyó el bisturí por una fina aguja emisora de radiofrecuencia que llega hasta los tumores más recónditos y puede "cocinar" por microondas casi cualquier lesión cancerosa hepática. Esta cirugía ya tiene seguidores nacionales, como los cirujanos hepáticos del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Quimioterapia por delivery
Acerca de la quimioterapia, la técnica que ha salvado millones de vidas, los cuestionamientos se siguen centrando en si para envenenar un tumor hay que someter a todo el resto del paciente a una alta toxicidad. Al respecto, Maurie Markman, de la Clínica Cleveland, presentó trabajos que mostraban su experiencia en intoxicación estrictamente local de tumores, lo que también se podría llamar quimioterapia "a domicilio".
El procedimiento quirúrgico localiza los focos para insertarles un dispositivo de liberación lenta, de modo que el agente quimioterápico se difunda con la mayor efectividad por dentro de cada tumor, y muy poco por fuera del mismo. Contrariamente a lo que sucede con la quimioterapia común que supone la entrada del tóxico por una vena, para luego distribuirse por toda la circulación. Esto genera una afectación sistémica de todo el cuerpo.
La especialista reconoce que si bien la técnica local alivia los síntomas colaterales y mejora tanto la calidad como el tiempo de sobrevida de los pacientes, por ahora reina la controversia sobre si provoca más curaciones y dispara los costos.

Hágalo usted mismo
Las células dentríticas son exploradores militares, la línea de alerta temprana del sistema inmune: patrullan su periferia, detectan invasores, los capturan y matan, migran luego a los órganos linfáticos y allí maduran. En este proceso madurativo pierden la capacidad de captura, pero se transforman en informantes. Exhiben fragmentos de sus presas para mostrarle al sistema inmune el "olor" del enemigo, y luego promueven la proliferación de linfocitos T, los verdaderos "perros de la guerra" de los combates que siguen luego.
El doctor James Young y otros pioneros (presentes en el congreso) tratan hoy de reclutar a tales exploradores para combatir esos tumores a los que el sistema inmune resulta ciego, y que son justamente los que provocan mayor mortalidad.
Durante el encuentro científico Young informó sobre las técnicas de cultivo extracorpóreo de células dendríticas. "Se toman de la sangre tras una estimulación de la médula ósea, y se las hace madurar in vitro con hormonas específicas. En algunos casos se les hace ingeniería genética y adquieren genes típicamente tumorales para fortalecer su capacidad de dar la alarma y reclutar tropa inmune", explicó el científico.
Luego se reinyectan las células dendríticas así "cargadas" en el cuerpo del enfermo para que actúen como una vacuna y el resto es, en términos inmunológicos, un ejemplo de "hágalo usted mismo".
Debido a los citados avances, las conclusiones del XV Congreso Argentino de Oncología Clínica pueden llevar a pensar en curar ciertos cánceres o al menos, volverlos afecciones crónicas.



El avance de la tecnología alienta a pacientes y médicos.
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