Buscan que la ley de juego baje al recinto de Senadores

"La discusión del proyecto (de los casinos) ya está agotada y debemos votarlo cuanto antes en el recinto", aseveró ayer a La Capital el senador provincial Abel Brunetti, titular de la comisión de Seguridad Social de la Cámara alta santafesina.
El legislador justicialista viene batallando prácticamente en soledad para lograr que sus pares del Senado terminen de consensuar luego de varios meses de dilaciones un dictamen que permita votar en el recinto de sesiones el proyecto de ley que autoriza la instalación de casinos y bingos en territorio provincial.
El proyecto de los diputados Mario Esquivel (PJ) y Miguel Basaldella (UCR) obtuvo media sanción de la Cámara baja santafesina durante el período ordinario del año anterior, pero se estancó al pasar al Senado santafesino, donde fue derivado para su análisis a cinco comisiones: Asuntos Municipales y Comunales, Legislación Laboral, Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda y Seguridad Social.
En rigor, los senadores del PJ no comparten algunos artículos votados por los diputados. Dicho texto autoriza el funcionamiento de máquinas tragamonedas en los bingos, pero los representantes de la Cámara alta pretenden limitar la instalación de dichas máquinas solamente en los casinos.
Además, los senadores quieren introducir una cláusula que garantice que el 98 por ciento del personal contratado por las futuras casas de juegos de azar sea oriundo de la zona en que se instalen. Con esas modificaciones, el proyecto deberá retornar nuevamente para su tratamiento en la Cámara baja santafesina.
Brunetti confió ayer en diálogo con este diario que en la reunión prevista para hoy, los integrantes de la comisión de Seguridad Social alcancen los acuerdos necesarios para redactar un dictamen consensuado que permita superar las diferencias existentes entre los propios legisladores oficialistas.
De este modo, el análisis de la iniciativa podría ser finiquitado durante una sesión conjunta de las restantes comisiones senatoriales, metodología parlamentaria que allanaría el camino para que el texto del proyecto llegue al recinto de sesiones antes del receso parlamentario previsto para las dos últimas semanas de julio. En caso contrario, la iniciativa deberá aguardar hasta la reanudación del período ordinario de sesiones y pasaría a engrosar la agenda legislativa del segundo semestre del año.