Año CXXXIV
 Nº 49.166
Rosario,
martes  03 de
julio de 2001
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El titular de Desarrollo Social admitió la falta de recursos en el área
Cafiero pasó por Rosario y dejó más promesas que ayuda social
Fiel a su estilo, se reunió con los piqueteros. Entregó viviendas y dialogó con Reutemann y Binner

Isolda Baraldi Pedro Squillaci

El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Pablo Cafiero, pasó ayer por Rosario, donde hizo varias promesas pero no formuló ningún anuncio concreto. En medio de las expectativas que había generado su visita a la ciudad, el funcionario prometió refuerzos alimentarios, pero en ningún momento dijo cuántos serían, para quiénes y en qué momento serían enviados. Afirmó que acelerará la tercera entrega de la caja "Unidos", pero no especificó exactamente cuál será la nueva fecha. Y aunque dijo que quiere que el seguro infantil para los chicos de la calle esté en marcha "antes de fin de año", reconoció que el presidente Fernando de la Rúa no firmó siquiera el decreto para implementarlo.
Cafiero dialogó con todos: se entrevistó con el gobernador Carlos Reutemann, con el intendente Hermes Binner y con desocupados de distintos barrios de la ciudad que le entregaron un petitorio y cortaron el tránsito en avenida Godoy como forma de protesta.
Después, entregó escrituras a ex habitantes de Villa Banana que ya viven en un nuevo barrio construido en el marco del programa Rosario Hábitat de regularización de asentamientos precarios. Y al momento de analizar el perfil de su gestión, afirmó: "Mi ministerio se encarga de la distribución de la ayuda, pero estoy muy justo de recursos". Lo dijo frente a las autoridades provinciales y municipales durante una conferencia de prensa ofrecida en la sede local de la Gobernación, uno de los escenarios que lo tuvo como personaje protagónico.
Se esperaba que Juampi Cafiero ratificara que el gobierno central dispondría de fondos para 400 familias de chicos de la calle. También que anunciara el subsidio de 100 pesos para familias numerosas e indigentes, en el marco del programa de seguro infantil.
A pesar de la falta de anuncios, el ministro ratificó su voluntad de diálogo con funcionarios de todos los niveles y colores políticos, y explicó que sus viajes al interior del país son para "tomar contacto con la realidad".

Una agenda con explicaciones
El ministro Cafiero se reunió primero con Reutemann y con la secretaria provincial de Promoción Comunitaria, Roxana Latorre, en la sede local de la Gobernación. Luego del encuentro resaltó el aporte que desde su cartera llega a la provincia. Con cierta molestia, y ayuda memoria en mano, aseguró que se está asistiendo "a 256.266 familias en Santa Fe, o sea, un millón de personas".
Además, se comprometió con Reutemann a sumar a la provincia al programa "Nieve" de ayuda a los damnificados por contingencias climáticas. "Este beneficio podría extenderse a Santa Fe", adelantó el ministro.
A su lado, Latorre insistió con la necesidad de que se aumente el número de los programas nacionales de empleo. Y pese a que aclaró que la decisión no le correspondía a la cartera de Desarrollo Social, explicó que la ayuda se destina al "mismo universo" de personas. "Necesitamos 15 mil programas y tenemos 9 mil", advirtió la funcionaria provincial.
Tanto Reutemann como Latorre resaltaron la buena predisposición del ministro en la ciudad. El gobernador bregó por la "no politización" de la ayuda social, y la titular de Promoción Comunitaria hizo hincapié en la necesidad de que se implemente el seguro infantil para los chicos de la calle.
"Sabemos de la buena voluntad del ministro, pero no es tan fácil conseguir los recursos, que deben ser otorgados por el Ministerio de Economía", se lamentó Latorre, al finalizar la reunión en la Gobernación.
A su turno, Binner insistió con la necesidad de la distribución "transparente" de los subsidios. "Es importante que se mantenga el registro único de beneficiarios, para que los pocos recursos que lleguen se distribuyan con la mayor claridad posible", agregó el intendente.

La bronca de la gente
Escoltado por el intendente Binner y otros funcionarios municipales, el ministro se dirigió luego al Centro Municipal de Distrito Oeste. Allí encabezó la entrega de escrituras para ex habitantes de Villa Banana que ahora son propietarios de nuevas viviendas. Desde temprano, desocupados de distintos barrios se reunieron en la explanada del minimunicipio para dialogar con el ministro.
Si bien no hubo incidentes cuando Cafiero y el resto de las autoridades arribaron al lugar, mientras se desarrollaba el acto de entrega de escrituras, el corte del tránsito por calle Godoy y las bombas de estruendo dieron cuenta de la urgencia de los reclamos.
Cafiero y Binner se sentaron, luego de la ceremonia oficial, a escuchar a una delegación de los manifestantes. "Necesitamos respuestas hoy, no podemos seguir esperando". "Si no nos dan soluciones va a haber violencia y no es lo que queremos". "Rosario es la capital de los desocupados". "La Municipalidad nos dice que no tiene presupuesto, la provincia lo mismo; por favor, usted haga algo por nosotros". "Nosotros terminamos siendo piqueteros y cortando rutas porque no podemos ir a golpearle las puertas a ustedes", decían uno a uno los vecinos.
Pese a la difícil situación social que le describieron al ministro, y de paso al intendente, los manifestantes se fueron con las manos vacías. "Esto explota en cualquier momento", le gritó un desocupado en la cara a Cafiero. A su lado, Binner soportaba la escena con gesto adusto.
La reunión improvisada con los representantes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), y de otras entidades tuvo momentos de tensión, pero el encuentro se desarrolló con normalidad. Sin embargo, la violencia tuvo su protagonismo en la calle: una moto y un Ford embistieron a dos de los manifestantes cuando estaban cortando el tránsito y debieron ser atendidos por el Sies, ante el estupor del resto de los vecinos.
Los pedidos más enérgicos giraron en torno a la necesidad de ampliar los subsidios a los desocupados, la regularización de cajas de alimentos, y la continuidad por un año del otorgamiento de los planes de empleo. Tampoco faltaron los reclamos de subsidios para microemprendimientos.
Más allá de la atención y la buena voluntad que mostró el ministro para escuchar los encendidos discursos de los dirigentes barriales, no tuvo ningún as en la manga que pudiera calmar los ánimos.
"Creo que hay que modificar la mecánica de quienes son beneficiarios de estos planes, para evitar la zozobra que implica cada tres meses volver a pedir esa ayuda", esbozó el ministro.
Finalmente, y luego de que terminara el encuentro con los dirigentes barriales, el funcionario saludó uno a uno a los presentes, pero debió escuchar frases de este tenor: "Usted fue el único que estuvo en Salta, esperemos que venga si nosotros debemos cortar las rutas para que nos escuchen". Cafiero tragó saliva, se acomodó la corbata, sonrió y bajó las escaleras.
Ahora está en manos del ministro de Desarrollo Social agilizar los trámites para que el programa Rosario Hábitat pueda concretarse, y que los fondos del BID comiencen a llegar a Rosario. El expediente, que ya salió de esa cartera y cuenta con el aval del organismo internacional, aún debe sortear pasos burocráticos. Entre ellos, las firmas de la plana mayor del Ministerio de Economía, antes del 25 de este mes.



Cafiero escuchó los reclamos de los desocupados.
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