Año CXXXIV
 Nº 49.150
Rosario,
domingo  17 de
junio de 2001
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Atenas: Arte y pensamiento
Entre los sucesos históricos de la actual capital de Grecia se destaca el surgimiento de la democracia, allá por el 594 a.C. Desde entonces, nunca dejó de ser un símbolo de la cultura universal

Omar A. Simón

Atenas se encuentra en una región sorprendente, rodeada de montañas, con un clima suave y variada vegetación. La población actual del país, Grecia, promedia los 11 millones de habitantes, de los cuales 5 millones conviven en la legendaria capital.
Habitada desde la época neolítica, sus pobladores se establecieron en la planicie entre las montañas y el mar hacia el 3000 a.C., pero sin contar con organización urbana. La leyenda dice que la ciudad fue fundada por el rey Cécrope o "Kékrops" (en griego), quien la bautizó como Kekropía. Con el paso del tiempo se la denominó Atenas en honor a la diosa Atenea.
Desde siempre es la ciudad de la llama olímpica, de los artistas, del legado cultural, del desarrollo científico y la sede de trascendentales acontecimientos atléticos y sociales.
Entre los sucesos trascendentes que la definen se destaca el nacimiento de la democracia, aproximadamente en el año 594 a.C. Desde entonces transcurrieron siglos de altibajos, pero a pesar de ello la ciudad nunca dejó de ser un símbolo de la cultura universal y un centro intelectual y artístico destacado.
Después de numerosas luchas disputadas entre griegos y turcos, Grecia ganó su independencia y Atenas quedó libre. En 1828 la ciudad del Peloponeso, Nauplia, fue proclamada la primera capital de Grecia y allí desembarcó en 1833 el rey Otto como primer monarca del país. Un año después Otto trasladó la capital a Atenas, que en ese tiempo era una localidad pobre con apenas 6.000 habitantes.
Al convertirse en capital, Atenas experimentó un gran desarrollo edilicio, caracterizado por la utilización de un estilo arquitectónico simple pero muy atractivo: el "neoclásico", que imita a los prototipos clásicos con columnas dóricas y jónicas.
En la actualidad cuando el visitante asciende a la Acrópolis observa a cada paso una ciudad llena de contrastes y sorpresas, bella y variada. Es una urbe diferente, antigua, bizantina, neoclásica y moderna, como también populosa y solitaria, pero siempre sonriente.
La felicidad en Atenas se puede encontrar en un teatro antiguo, en una sala de exposiciones, en un acontecimiento deportivo, a la orilla del mar o en la cima de una montaña.
Una de sus referencias naturales es la colina de Licabeto, que está cubierta por bosques de pinos y coronada por la pintoresca capilla blanca de San Jorge. El pequeño cerro proporciona una excelente vista panorámica de Atenas. Además allí funciona un restaurante y una cafetería en la cima a la que se puede acceder en funicular o caminando.

La colina sagrada
Acrópolis es una palabra compuesta por "acron" y "polis". "Acron" significa extremidad alta y "polis" ciudad. La Acrópolis era la extremidad alta de la ciudad o ciudadela y fue habitada desde la época prehistórica.
Se encuentra a una altura de 156 metros sobre el nivel del mar y en la antigüedad era una fortaleza. Allí funcionaba el palacio real y según la leyenda el rey Erecteo construyó el primer templo de la diosa Atenea, justo en el sitio en que tuvo lugar la disputa con el dios Poseidón. El Erecteion, más conocido por sus exquisitas columnas que representan estatuas de jóvenes muchachas (Cariátides), se levanta sobre un lugar completamente desnivelado y por eso no es simétrico.
La Acrópolis, saqueada por invasores bárbaros y también por los emperadores bizantinos, sigue siendo la colina sagrada ya que sus templos paganos se transformaron en iglesias ortodoxas y más tarde católicas por los duques franceses.
Cuando los turcos llegaron transformaron el Partenón en una mezquita, añadiéndole un minarete. Después de la independencia griega los arquitectos del rey Otto comenzaron las restauraciones de los templos.

Maravilla arquitectónica
El Partenón es la construcción más perfecta que ha sido hecha hasta la actualidad, una obra jamás superada. Maravilla admirada por todo el mundo, el templo fue dedicado a la diosa Atenea Partenos y por eso se llamó Partenón, porque "partenos" en griego significa virgen.
Dos grandes arquitectos, Ictino y Kalícrates, colaboraron en la construcción bajo la supervisión del famoso escultor y artista múltiple Fidias, quienes lograron terminarlo en sólo 9 años.
Las obras comenzaron hacia el 447 a.C. por orden de Pericles y finalizaron en el 438 a.C. Fue construido en mármol blanco pentélico, pertenece al estilo dórico y tiene columnas en todo su contorno. En el templo propiamente dicho se encontraba un pedestal gigantesco con la estatua de Atenea Partenos realizada por Fidias, que tenía 12 metros de altura. Era criselefántina (de marfil y oro) y se estima que tenía 1.200 kilos del preciado metal. Fue llevada a Constantinopla por orden imperial y estuvo en un museo en el hipódromo, pero más tarde desapareció.
El centro de Atenas es la plaza Constitución (Sintagma) que se encuentra frente al Parlamento Griego. Debe su nombre a la conmemoración de la primera Carta Magna del país. Frente al Parlamento también está el hotel Grande Bretagne, construido en 1842 por el arquitecto danés Hansen.

El arco de Adriano
Ante el Parlamento empieza la avenida de la reina Amalia que llega hasta el arco de Adriano. Amalia fue la primera reina de Grecia, esposa del rey Otto.
En tanto, sobre la avenida de la reina Sofía se asientan numerosas embajadas y museos. Entre ellos el museo Benaki, que contiene trajes típicos y bordados, íconos de arte bizantino y posbizantino, armas y recuerdos de la guerra de la independencia, vasos de arte chino y una maravillosa colección de joyas de diversas épocas.
Entre los medios de comunicación se destaca un tren eléctrico que une el puerto de Pireo con Kifisia (barrio residencial al norte de Atenas). El servicio subterráneo parte de la plaza de Omonia (Concordia).
Quien tenga la suerte de visitar Atenas no debe dejar de realizar un paseo por el tradicional y pintoresco barrio de Plaka, lo que fue la ciudad antigua, que se caracteriza por sus callejones estrechos y viejas casas, algunas de ellas construidas sobre nivel pendiente.
Al llegar la noche Plaka toma otra forma. Se llena de turistas que pueblan las tabernas tradicionales donde se ofrecen platos típicos y se realizan espectáculos de danzas folclóricas. También funcionan night clubs y discotecas. Pero la alegría llega a su máximo apogeo en Plaka con la llegada del carnaval.
El puerto moderno de Pireo se encuentra detrás de las bahías de Zea y Muniquia, hacia la parte occidental, en un lugar denominado antiguamente "Kantharos". Es una zona atractiva, con vida propia, centros nocturnos, bares con vista al mar, representaciones teatrales y diversas actividades culturales.
Desde los muelles parten los cruceros hacia las encantadoras islas del mar Egeo, con excepción de las que se encuentran en el mar Jónico, que reciben el servicio de los puertos de Patras y Kylini.



La Academia de Atenas, el lugar del conocimiento.
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