Año CXXXIV
 Nº 49.145
Rosario,
martes  12 de
junio de 2001
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Por el exceso de oferta, Santa Fe pide orden en el mercado cárnico

El gobierno de Santa Fe, a instancias de la cámara de frigoríficos y el sindicato de la carne, redoblará la presión sobre el Ejecutivo nacional para que se instrumente en todo el país un estándar sanitario único para los establecimientos de faena de carne bovina. Así lo acordaron representantes del sector privado y la administración pública durante la reunión del comité de crisis de la industria cárnica. La movida recoge el reclamo de terminar con la diferenciación de requisitos que se exige a las plantas de faena según sea controlada por municipios, provincias o la Nación, y la asimetría de costos que generan.
En lo urgente, los frigoríficos de Santa Fe, que tienen la mayor parte de sus plantas habilitadas con la máxima certificación, que es la que otorga el Senasa, pretenden un ordenamiento del mercado de consumo para evitar que la crisis por la que atraviesa el sector estimule el trabajo marginal, en negro y sin control sanitario.
Es que el cierre de mercados externos está impulsando una sobreoferta en el mercado interno, que representa el 85% de la demanda, cuya presión ya se está notando en los precios del ganado en pie y, en algunos casos, en el valor de venta al público. Para Gonzalo Méndez, gerente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, "el hecho de que en la provincia esté el mayor grado de concentración de certificaciones del Senasa y de que las empresas sean las que más inversiones hayan hecho en los últimos años para las exigencias internacionales, les genera un sobrecosto que no tienen establecimientos de otros lugares y que venden el mercado interno".
El ministro de Producción, Miguel Paulón, participará en las próximas horas de una reunión en la Secretaría de Agricultura para impulsar la conformación de un organismo nacional mixto (con participación de las provincias, el sector privado y los trabajadores), que controle en todo el país el cumplimiento de ese standard "La iniciativa tiene sentido si se controla en todo el país porque ya pasó durante la época de Felipe Solá en la cartera agropecuaria que se instrumentó el corte por lo sano (que pretendía reemplazar la utilización de medias reses), los frigoríficos santafesinos hicieron inversiones para cumplir con esa norma, y en Buenos Aires no lo hicieron", recordó Sixto Vallejos, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Carne de Casilda y representante gremial en el comité de crisis.
La reaparición de la aftosa en Argentina puso a los frigoríficos al borde del knock out. En Santa Fe, que concentra el 50% de las ventas externas y cuyas plantas se dedicadas casi exclusivamente a la exportación, la crisis es en donde más se sintió. Las principales fábricas están cerradas y hay 2.300 trabajadores suspendidos
Es por eso que desde la provincia partieron los reclamos más fuertes para que el gobierno nacional pusiera en marcha medidas de alivio. El gobierno respondió lanzando un plan de competitividad pero pocos puntos se han cumplido. El más sensible, el pago del subsidio a los trabajadores, recién comenzó a efectivizarse hace unos días cuando el Ansés liberó una adelanto de 150 pesos correspondiente al subsidio de desempleo. Esos fondos descomprimieron coyunturalmente la presión social en el sector pero nadie asegura qué pasará en el futuro.
Desde que la Unión Europea y el Nafta cerraron sus mercados al ingreso de carne argentina, la industria de la carne entró en una espiral de crisis que en el último mes comenzó a notarse incluso en el precio del ganado en pie.


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