"Hoy por hoy, adoptar un hijo en Rosario implica un largo camino por recorrer". La frase es compartida por Mónica Caruso y Norberto Martínez, un matrimonio que desde hace 19 años trabaja en el Servicio de Adopción "Hogares de Belén", del Movimiento Familiar Cristiano (3 de Febrero 350). Respaldan su afirmación con su labor y experiencia familiar: adoptaron a su primera hija hace 22 años, después vendrían dos hijos más, pero biológicos. Sostienen que la nueva ley nacional de adopción en vigencia (24.779/97) mejoró muchas cosas, pero queda mucho por hacer y reclaman algunos "ajustes". "La norma no agilizó las adopciones, se han cerrado las posibilidades del trámite en las provincias, las madres adoptivas no gozan de licencias como las biológicas y los niños no reciben pañales y leche maternizada hasta que se logra la adopción plena, un trámite que puede durar unos 12 meses", alzó su voz la pareja.
Con el fin de dar batalla a esos reclamos están trabajando junto a otros padres y un grupo de abogados sobre un proyecto. Intentan que algún legislador se haga eco de la iniciativa y así, según dicen, "las personas que quieran adoptar un hijo puedan dejar de estar jaqueadas por una situación angustiante".
El Servicio de Adopción al que pertenece la pareja organiza varias actividades. Está el espacio de padres adoptivos que se reúne cada tercer sábado de mes. Los grupos de futuros papás donde se reúnen durante tres meses quienes están decididos o no a la posibilidad de la adopción, y los Hogares de Belén: unas 30 familias rosarinas que albergan un promedio de 3 niños al año, durante el lapso en que el Juzgado resuelve la situación legal del menor.
Los testimonios que surgen en cada uno de esos espacios son los que les han permitido a sus coordinadores sostener que la adopción en esta ciudad "es una tarea más que difícil" por estos días.
"En este momento estamos trabajando con ocho matrimonios y tres mujeres solteras que quieren adoptar. Este grupo, como la mayoría, ha pasado por largos tratamientos médicos de fertilidad, sin éxito. Y a esta frustración comienzan a sumarle otra: la de intentar adoptar y tener que esperar un promedio de 3 años para lograrlo", sostiene el matrimonio.
Para ellos, el problema no sólo se centra en el tiempo de espera, cuestión que según dicen, se acorta si el niño a adoptar no es bebé o está enfermo. "Otra dificultad concreta es que no hay chicos en Rosario en calidad de ser adoptados, y para peor, cuando la gente recurre a otras provincias, sin mayores explicaciones, no se les acepta allí la solicitud", señalaron.
Para el matrimonio Martínez este tema no es menor porque la ley no impide que los interesados en adoptar busquen chances en provincias distintas a las que habitan.
Reflexiones sobre la ley
Los coordinadores sostienen que con la ley de adopción que se promulgó hace cuatro años se avanzó en varios aspectos. Se acortó la guarda provisoria, un período de prueba que antes duraba 1 año y ahora 6 meses. También los años de casados que deben tener los matrimonios adoptantes: de 5 a 3 años. Además se modificó la forma de adoptar directamente sin tener que ser parte de una lista de espera (un trámite directo de padre biológico a padre adoptivo): antes se realizaba ante escribano público, ahora se formaliza el acto ante un juez de menores o un Tribunal de Familia. Otro aspecto que resaltaron es que la norma exige que los padres adoptivos le den a conocer a su hijo su realidad biológica.
A pesar de los "avances", los coordinadores sostienen que la norma "no agilizó las adopciones" lo suficiente. Y van más allá, "si en el 99 se estimaba que había más de 500 pedidos de adopción en espera en los juzgados de Rosario, seguramente aumentó en la actualidad".
Aunque el panorama se presenta desalentador, los coordinadores dijeron que el trámite de adopción no es en sí complicado: "Requiere la presentación de documentación que certifique una relación laboral, certificado de buena conducta, la presencia de testigos y, si son matrimonio, deben estar casados legalmente. Hay que tener como mínimo 30 años, o tres años de casados o certificar infertilidad, y tener un mínimo de 18 años entre el padre adoptivo y su hijo".
Algunos ajustes
Los coordinadores del servicio también reclaman algunos ajustes en la nueva legislación. Uno de los pedidos que realizan es que la norma contemple la licencia de 45 días para las madres, lapso que para ellos tendría que entrar en vigencia desde el día en que el niño llega a su hogar definitivo.
Que los padres adoptivos tengan los mismos beneficios sociales que los biológicos es otra de las solicitudes que hizo la pareja. "Mientras no se consigue la adopción plena del menor los padres no tienen estos beneficios, que incluyen la leche, los pañales y la cobertura médica", aseguraron, antes de aclarar que "esto se complica porque el trámite puede llegar a extenderse a veces hasta un año".
Aunque reconocieron "los avances de la nueva legislación", destacaron que los reclamos son siempre "en favor de los niños" que buscan un hogar.
La Ciudad
