Año CXXXIV
 Nº 49.136
Rosario,
domingo  03 de
junio de 2001
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La muerte de Andrés Velásquez y Walter Caballero
Pedirán la ampliación de una pericia en un doble homicidio
Familiares de las víctimas exhortaron a "no perder más tiempo, porque ya pasaron casi dos años del hecho"

Osvaldo Aguirre

Familiares de Andrés Alejandro Velásquez y Walter Alejandro Caballero, dos jóvenes asesinados en un presunto caso de gatillo fácil, pedirán la próxima semana la ampliación de una pericia en un nuevo intento por reactivar la investigación judicial del episodio, a la que cuestionaron en fuertes términos al señalar que "no ha avanzado en lo más mínimo".
El hecho en cuestión ocurrió el 26 de septiembre de 1999, cuando Velásquez, de 14 años, y Caballero, de 19, fueron muertos por dos agentes del Comando Radioeléctrico en un pasillo de Cepeda y Spiro. Velásquez falleció en el lugar, mientras Caballero murió al día siguiente en el Hospital de Emergencias, en situación dudosa. En relación a esta circunstancia se inició una causa en el Juzgado Correccional de la 5ª Nominación, en la que según indicaron los familiares "no se hizo prácticamente nada".
Según la versión policial, los jóvenes fueron muertos en un enfrentamiento, tras asaltar en Chacabuco y Biedma al taxista Héctor Rondán. Pero la descripción que hizo el chofer de los ladrones no coincide con la consignada en el parte policial ni con las características de Velásquez y Caballero (ver aparte) y, según indicaron los familiares, el conductor admitió ante el padre de Andrés Velásquez -en una conversación grabada con su consentimiento- que los jóvenes no fueron quienes lo asaltaron.
Un testigo del caso declaró que los jóvenes habían comprado una gaseosa y galletitas y charlaban en el pasillo al irrumpir los agentes. Por otra parte, el dermotest dio resultado negativo para Caballero, lo que indica que no utilizó armas de fuego. La prueba no se realizó en el caso de Velásquez.
El parte policial informó que se había secuestrado un revólver en poder de Caballero. Pero el padre de Andrés Velásquez llegó al lugar segundos después de ocurrido el hecho y según su testimonio Caballero no tenía ningún arma consigo
La última medida de la investigación, a cargo del juez Juan José Pazos, consistió en la realización de una pericia técnico balística, que estuvo a cargo de personal del Grupo Técnico Criminalístico de la Unidad Regional I y que se propuso "establecer lugar y posición de las víctimas al momento del hecho y desde dónde se efectuaron los disparos".
El informe de la pericia fue entregado el pasado 2 de marzo y en su principal conclusión estableció, por un lado, una hipótesis en relación al supuesto enfrentamiento entre el oficial Claudio Kleiman -uno de los policías intervinientes- y Andrés Velásquez. En rigor, sólo se describe la forma en que Velásquez recibió disparos, no que el chico los haya efectuado.
Por otro lado, la pericia señaló que no existen "datos ni elementos suficientes" para elaborar alguna conjetura sobre la forma en que el cabo Mario Díaz -el otro efectivo involucrado- dio muerte a Walter Caballero.
"Esto es más de lo mismo -señaló Fausto Irure, patrocinante de la familia Velásquez-. Lo fundamental que tenía que decir la pericia era si hubo o no hubo un enfrentamiento. Pero los peritos parten de la idea de que ese enfrentamiento, aún no probado, existió".
Irure agregó que "la pericia describe tres hipótesis y enseguida descarta dos de ellas. No sé para qué las proponen, y además están sacadas de no sé dónde porque suponen que hubo policías que dispararon desde los techos, cuando no hay nada en el expediente que lo demuestre".
"Para lo único que sirvió esta pericia -siguió el abogado- es para demostrar que el croquis del lugar, con el cual en principio se había archivado la causa, estaba pésimamente hecho. El único dato importante es que no hay un elemento en todo el sumario para decir qué pasó con Caballero, cuando un año antes el juez archivó la causa considerando que hubo legítima defensa".
El abogado Norberto Olivares, patrocinante de la familia Caballero, señaló por su parte que "en realidad -y lo dice el juez- no existe pruebas del enfrentamiento, ni de que los chicos hayan estado armados".
Olivares destacó que "hay indicios del mismo expediente que son motivo suficiente para determinar el procesamiento de los policías involucrados. No tenemos dudas de que hubo una emboscada y que los chicos fueron fusilados".
Los abogados, acompañados de Amado Velásquez y Eulogio Caballero, padres de las víctimas, adelantaron que la semana próxima pedirán una ampliación de la pericia, que "básicamente no es tal, sino volver a lo anterior. Parece que no se entendió que es lo que pretendemos: lo que hay que saber es si hubo o no hubo un enfrentamiento. Y urge dejar de perder el tiempo, porque lamentablemente ya han pasado casi dos años sin ningún resultado".



Uno de los actos realizados por familiares de las víctimas.
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