Año CXXXIV
 Nº 49.122
Rosario,
domingo  20 de
mayo de 2001
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Entrevista. El gobernador insiste en que el descalabro de la economía es total
Ruckauf: "El gobierno no se banca que yo esté primero en las encuestas para el 2003"
El mandatario bonaerense dice que en el país no hay quien imponga un rumbo y se haga cargo de la crisis social

Omar Bravo

Muchas veces dijo que le gustaría dedicarse al periodismo. Para ese caso, el gobernador Carlos Ruckauf cumple con el requisito central: es uno de los dirigentes mejor informados de la Argentina. Habla con todos, se entera de todo y disfruta del poder que le da el acceso privilegiado a la información. La Capital pudo comprobarlo en marzo, cuando al suspender un encuentro pautado de antemano, el bonaerense le explicó a este diario el porqué: "Hoy se va Machinea; lo reemplazará López Murphy o Cavallo, en ese orden", anticipó con precisión de relojero.
Esta semana se trenzó palo y palo con varias figuras del gobierno, quienes no le perdonaron sus sombríos augurios de un inminente estallido social en la Argentina. Pero Ruckauf prefiere afirmar que la embestida en su contra se debe a que en el gobierno "no se bancan que esté primero en las encuestas para presidente en todo el país". Aunque después bajó el tono, a La Capital no le ocultó su genuino pensamiento sobre la crisis: "Estamos ante una sensación de descalabro total de la economía nacional". De la interna del PJ, si bien la considera remota, ya avizora dos bandos bien definidos. Por el momento, de Santa Fe y Córdoba prefiere no decir nada.
-Alfonsín propuso un gobierno de salvación nacional, con la UCR y el PJ como aliados, para enfrentar la crisis ¿Usted participaría?
-Solamente en la medida que sea para realizar cosas serias, no para hacer un acuerdo meramente político; no para sacarnos fotos, sino realmente para pensar en reactivar la economía, en dar respuesta a la situación social de los desocupados e impedir que sigan despidiendo gente. Pero hasta ahora cada vez que el gobierno nos convocó, los gobernadores peronistas respondimos con generosidad.
-Su colega Rodríguez Saá advirtió que si el gobierno deja evolucionar la crisis económica y social, De la Rúa puede tener el mismo final que Alfonsín.
-Creo que es imprescindible evitar ese camino. Por eso repito que hay que llegar a un acuerdo que logre poner en primer término la situación de la gente, no sólo de la que está desocupada, sino de la que, teniendo un trabajo, está bajo riego permanente de perderlo. Es ahí donde hay que dar una respuesta urgente. En mi provincia tengo caída de ocupación en el sector textil, en el sector automotriz, en el de autopartes... La semana pasada (José Manuel) De la Sota nos contó lo de la suspensión de Renault, yo en Buenos Aires tengo el cierre virtual de Alpargatas y Firestone. En fin, estamos ante una sensación de descalabro total de la economía nacional y no aparece quien imponga un rumbo, quien decida, quien se haga cargo. Pero por eso no dejamos de tenderle la mano al gobierno.
-Pero últimamente desde el gobierno le han pegado duro: Mestre le dijo que no da la cara, Pascual asegura que administra mal. Ni De la Rúa se quedó callado.
-¿Sabe qué es lo que más les molesta?: que yo esté primero en las encuestas para presidente a lo largo de todo el país. No se lo bancan. Es increíble ¿no? No tienen otra respuesta que criticarme, pero mientras tanto las respuestas que la gente les pide siguen pendientes.
-En medio de ese clima, parece que el justicialismo definió hacer su interna el año próximo.
-El tema central de la Argentina de hoy claramente no pasa por las internas. Pero bueno, las habrá, y no tengo nada en contra de que cada uno busque definir fechas y caminos por los que va a transitar en esa interna. En consecuencia, nosotros tenemos un sector que involucra a la mayoría de las provincias no gobernadas por el peronismo y que tiene un candidato para la Presidencia de la Nación, que soy yo. Esto ha quedado bien expresado en la constitución del sub-bloque Federal en la Cámara de Diputados, que va a estar conducido por una mesa que integran los ex gobernadores Jorge Busti (Entre Ríos) y Arturo Lafalla (Mendoza); Mario Das Neves, en representación de Chubut; Marta Ortega, de Córdoba, y Eduardo Camaño, de provincia de Buenos Aires. Por el otro lado están también las provincias justicialistas, que se han juntado para armar un acuerdo político. Con la diferencia de que ahí hay por lo menos tres candidatos a presidente, según lo que han dicho ellos o sus colaboradores. Ellos son De la Sota, (Carlos) Reutemann y (Néstor) Kirchner. Y varios candidatos a vicepresidente. Veremos, yo los respeto a todos y todavía falta tanto... (sonríe)
-La prensa ha mencionado a Carlos Menem buscando acuerdos con De la Sota, Reutemann y los gobernadores. ¿No le teme al "todos contra Ruckauf"?
-Es que no es así. Por lo menos la mitad de los gobernadores que estuvieron en la Casa de San Luis (se refiere a la reunión donde De la Sota se unió a las provincias chicas) me llamaron para expresarme otra cosa. Y con muchos de ellos tengo una relación personal muy buena.
-¿Cómo se resolverá el tema electoral con Cavallo? Hasta ahora parece que va junto al PJ en la provincia de Buenos Aires, pero en Capital Federal enfrentará a la gente apoyada por su sector, como Gustavo Beliz, Irma Roy, Fernando Niembro...
-Mire, lo que ha dicho Cavallo en una reunión en la que estaban presentes el presidente de la Nación, De la Sota, Reutemann y yo es que él en cada distrito va a llegar al acuerdo que más le convenga a su partido. En la provincia de Buenos Aires las negociaciones de tipo electoral las pilotea el jefe del Partido Justicialista, que es Eduardo Duhalde. Pero como le dije, falta tanto...



Ruckauf dijo que hay que solucionar el desempleo.
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