Año CXXXIV
 Nº 49.120
Rosario,
viernes  18 de
mayo de 2001
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Entrevista al titular del Banco Credicoop
Carlos Heller: "El mercado mantiene la presión alta como una suerte de chantaje"
El banquero fustigó los ajustes exigidos por el FMI. Dijo que el canje de deuda es aceptar un virtual default

Jorge Kaplan

"Hay una suerte de chantaje que hace el mercado que mantiene la presión en el punto más alto". Así se refiere el presidente del Banco Credicoop, Carlos Heller, a una coyuntura económica agitada por las exigencias de ajuste y la pregonada política de expansión económica que quiere implementar el ministro de Economía, Domingo Cavallo. En diálogo con La Capital, el dirigente desgranó una serie de conceptos diferentes al discurso del establishment, entre los que se cuentan la posibilidad de ablandar las regulaciones del sistema financiero, como un impulsor de la economía. A la vez fustigó las políticas bajadas desde los organismos internacionales de crédito.
-¿Cómo se articula lo que pregonó Cavallo al asumir con las imposiciones de la deuda?
-Como las políticas fiscales no pueden dejar de ser restrictivas porque significaría un serio problema, necesitamos políticas monetarias expansivas. Entonces Cavallo habló de bajar los encajes, por ejemplo, como un elemento reactivante. Sin embargo luego última carta de intención que se acaba de firmar, el Fondo le impone volver a los encajes anteriores en la medida que se restituya el nivel de depósitos (es decir los que se fueron). Hay un corsé muy estricto que ponen estos organismos.
-¿En esa línea está la idea de la ley de crédito público?
-Esa ley, en definitiva, no es ni más ni menos que eso. En el proyecto de ley se recurre a una frase del presidente Avellaneda que en 1885 dijo que «La Argentina tiene que honrar sus compromisos externos con el sudor y el hambre de los argentinos». Y lo que sucede es que cuando Avellaneda dijo eso, en la Argentina vivían dos millones de personas y ahora ya hay más de dos millones de desocupados.
-¿Y los mercados no aflojan?
-Para eso se mantiene toda una presión, una suerte de chantaje que hace el mercado, que mantiene la presión en el punto más alto, y que puede derivar en otro momento en que se apriete a los legisladores y se les diga: «Es esto o el caos».
-La aceptación de los bancos de un canje de deuda, ¿es como reconocer que el Estado está en default?
-Sí. Hay un juego muy sutil del manejo de la terminología. El gobierno dice que es un canje voluntario, y es así. Pero al mismo tiempo están operando un grupo de grandes bancos que les están diciendo a todos: «Muchachos si no lo hacemos, de voluntario se va a convertir en forzoso». Objetivamente, Argentina no tiene recursos para pagar los vencimientos. Si no reprograma no hay posibilidades.
-Como si estuviera en convocatoria...
-Algo así, pero dicho con sutileza.
-¿Cómo ve ablandar las regulaciones?
-El problema de esta discusión es cuál es su magnitud. Comparando con los encajes de los sistemas financieros de los países centrales vamos a ver que son mucho más bajos que los nuestros y eso no pone en duda su solidez. En realidad el encaje alto también se ha usado como un mecanismo de restricción monetaria, aquí ha habido una política recesiva deliberada.
-¿Cómo jugó Pou en estos años?
-Si alguien dice que un sistema que tiene un encaje de 20 puntos, es más sólido que uno de 15, hay una verdad de Perogrullo. El asunto es si hace falta. Si usted quiere la respuesta, la dio Pedro Pou en la última convención de ABA del año pasado. Admitió que el sistema financiero ha perdido cierta capacidad de asistencia a los sectores de la producción en función de las altas regulaciones, pero remarcó que «es mucho más importante lo que significa como solidez para la economía que aquella pérdida». Es una política deliberada que hace a una concepción.
-¿Cuál es la salud del sistema ahora?
-Yo estoy seguro de que el sistema financiero puede funcionar con regulaciones mucho más flexibles.
-¿Este Cavallo cómo es en relación al anterior?
-Cavallo es consecuente con el Cavallo anterior que apuntó al crecimiento de la economía y lo logró. También logró un proceso de concentración y extranjerización fenomenal. Creo que el de ahora sigue en ese pensamiento, pero con una diferencia: antes las privatizaciones le dieron recursos importantísimos y además era un momento en que los capitales internacionales estaban interesadísimos en invertir en los países emergentes porque había exceso de capital y un nivel de endeudamiento relativamente bajo. Hoy, y después de las sucesivas crisis internacionales, esos capitales miran a los emergentes con una desconfianza tremenda y además objetivamente la deuda de estos países creció enormemente y además desaparecieron los activos. Estamos en una situación comprometida porque hemos entregado todo.
-¿La situación de rebaja de tasas en EEUU se licúa en este marco?
-La baja de tasas repercute, pero lo otro es tan grande que se lo come. Las tasas en EEUU bajaron 2,5 puntos, hasta los cuatro de ahora, pero se lo fagocitó el riesgo país. Por ejemplo, si Argentina consiguiera plata a la tasa de EEUU dejaría de tener déficit fiscal. Si es algo que parece tan elemental, entonces ¿el Fondo por qué no lo hace? Porque no le interesa.



"El mercado financiero puede ser más flexible", dijo Heller.
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