Año CXXXIV
 Nº 49.117
Rosario,
martes  15 de
mayo de 2001
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Gran Buenos Aires
Se entregó un policía acusado de matar a una vendedora en un tiroteo
La bala que atravesó la cabeza de una mujer que tenía a su hija en brazos, según una pericia, partió de su arma

Buenos Aires.- Un suboficial de la policía bonaerense, acusado de matar de un balazo a una mujer que quedó en medio de un tiroteo en la localidad bonaerense de Talar de Pacheco, se entregó a la Justicia tras permanecer más de dos meses prófugo.
Fuentes policiales aseguraron que el suboficial José Roberto Coronel se entregó ayer a la madrugada en la Jefatura Departamental de San Isidro, tras lo cual fue trasladado a los Tribunales de ese partido del norte del conurbano para ser indagado.
El policía bonaerense fue acusado del delito de "homicidio simple", por lo que si es encontrado culpable podría ser condenado a una pena de hasta 25 años de prisión.
El hecho ocurrió el 7 de marzo pasado cuando Edith Acevedo, de 18 años y con su beba en brazos, recibió un balazo en la cabeza al quedar en medio de un tiroteo entre policías -entre los que estaba Coronel- y dos ladrones que circulaban en un auto robado.
"Coronel había dejado su puesto de trabajo y había desaparecido de los lugares que frecuentaba. Se nos había hecho difícil su búsqueda", dijo uno de los comisarios que estuvo a cargo de la investigación.
El suboficial bonaerense se presentó espontáneamente ayer a la madrugada, luego de que la policía realizara una serie de allanamientos en casas de conocidos y locales en los que podía estar escondido.
La orden de detención de Coronel había sido emitida por el juez de garantías de San Isidro Diego Barroetaveña, tras la investigación realizada por personal de la fiscalía 3 de San Isidro a cargo de Ricardo Costa.
El caso ocurrió el miércoles 7 de marzo a las 16 cuando una pareja de asaltantes robó un remise Fiat Duna en una calle de Virreyes, en el partido bonaerense de San Fernando, al norte del Gran Buenos Aires y se dirigieron a la zona de Talar de Pacheco donde fueron interceptados por policías del Comando Patrullas de Tigre.
Allí se inició un tiroteo que se extendió hasta 9 de Julio y Las Dalias, donde Acevedo, que vendía útiles escolares, se encontraba en el frente de una despensa, con su beba de 19 meses en brazos.
Al finalizar la persecución, uno de los ladrones se escapó y una adolescente de 14 años fue detenida.
Según la investigación de la fiscalía, Acevedo recibió el único disparo efectuado por Coronel y murió minutos después en el Hospital de San Fernando.
Inicialmente, el caso había sido investigado por la fiscal de Tigre Tamara Vasiman. Ppero según una disposición judicial, los fiscales de Tigre no pueden intervenir en casos donde aparecen involucrados funcionarios públicos _como policías_ de ese partido del norte del Gran Buenos Aires.

Otra arma para peritar
Con los peritajes se estableció que la bala que había matado a Acevedo había sido disparada por el policía Coronel con un arma particular, marca Glok, y no con la reglamentaria.
Al final de la persecución, uno de los ladrones fugó y una adolescente de 14 años fue detenida.
El arma fue localizada a partir de los registros del Registro Nacional, ya que los policías sólo habían entregado sus armas reglamentarias con la presunta intención de desviar la causa, indicó la fiscalía.
Una semana después de haber ocurrido el hecho, el cabo primero Coronel y el sargento Ovejero -quien lo acompañaba en el momento de la persecución- fueron pasados a disponibilidad preventiva. Con esa medida, ambos policías entregaron sus armas y pasaron a cobrar la mitad de su sueldo.



La madre y la hermana de Edith Acevedo.
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