Casilda. - Docentes y representantes de colegios profesionales de veterinarias y de la industria frigorífica, coincidieron en sostener que "fue un error estratégico para la Argentina haber dejado al país libre de aftosa sin vacunación porque fue la causa de la reaparición de la enfermedad". Además cuestionaron "la falta de controles y reclamaron al gobierno nacional mayor celeridad en la instrumentación de campañas de vacunación, que se ven demorados por falta de dosis, para frenar el avance de este mal porque de lo contrario el riesgo que se corre es grande", aseguran.
El planteo surgió en el marco de un debate desarrollado en la Facultad de Ciencias Veterinarias de Casilda sobre la problemática de la fiebre aftosa y del que llamativamente no participaron funcionarios del Senasa, a pesar de estar invitados.
El eje de discusión giró alrededor de la cuestión epidemiológica y los avances y retrocesos de los planes que se implementaron en el país para combatir la enfermedad.
Medidas logísticas
Al margen de algunas diferencias de criterio los panelistas insistieron en que el Estado debería haber instrumentado medidas logísticas y técnicas una vez suspendida la vacunación para controlar la situación. "Faltó vigilancia epidemiológica para controlar el movimiento de la hacienda al fin de detectar rápidamente la enfermedad y actuar en consecuencia", dijeron. En ese contexto criticaron de que el gobierno nacional no cuente con la suficiente cantidad de dosis para vacunar contra la aftosa en todo el país.
"Ese es un problema grave porque mientras las vacas siguen pariendo y los productores quieren vender sus terneros o recibir animales para engorde no se pone freno a la situación y corremos un gran riesgo", vaticinó uno de los profesores de la cátedra de grandes animales de la Facultad de Veterinarias, Juan José Noste.
Es que las 10 millones de dosis que estaban disponibles cuando se registró el último brote aftósico ya fueron consumidas y recién ahora se están produciendo más para comenzar a vacunar masivamente. Mientras tanto el Senasa deberá organizar las estructuras necesarias para llevar adelante el operativo.
Según los profesionales que participaron del debate, la Argentina retrocedió en cuanto a su estatus epidemiológico a los niveles que tuvo en los inicios de la década del 80, cuando se produjo un brote importante de aftosa.
Para Noste la reaparición de la aftosa afecta seriamente todas las actividades económicas y "el mayor impacto lo sufre esta zona eminentemente agropecuaria".
En Casilda los coletazos de la crisis de la carne se tradujeron en la fuerte caída de las operaciones productivas que soporta el frigorífico Rafaela y en la creciente preocupación de los ganaderos.
La Ciudad
